Esto dijo Jesús en la sinagoga, cuando enseñaba en Capernaúm.
(Juan 6:59)
Por eso muchos de Sus discípulos, cuando oyeron esto, dijeron: "Dura es esta declaración; ¿quién puede escucharla?"
(Juan 6:60)
Pero Jesús, consciente de que Sus discípulos murmuraban por esto, les dijo: "¿Esto los escandaliza (los hace tropezar)?
(Juan 6:61)
¿Pues qué si vieran al Hijo del Hombre ascender adonde estaba antes?
El Espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que Yo les he hablado son espíritu y son vida.
(Juan 6:63)
Pero hay algunos de ustedes que no creen." Porque Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían, y quién era el que Lo iba a traicionar (entregar).
(Juan 6:64)
También decía: "Por eso les he dicho que nadie puede venir a Mí si no se lo ha concedido el Padre."
(Juan 6:65)
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Juan 6:62 - Referencia Cruzada
Y aconteció que mientras los bendecía, se separó de ellos y fue llevado arriba al cielo.
(Lucas 24:51)
Salí del Padre y he venido al mundo; de nuevo, dejo el mundo y voy al Padre."
(Juan 16:28)
Nadie ha subido al cielo, sino Aquél que bajó del cielo, es decir, el Hijo del Hombre que está en el cielo.
(Juan 3:13)
Entonces, el Señor Jesús, después de hablar con ellos, fue recibido en el cielo y se sentó a la diestra de Dios.
(Marcus 16:19)
Después de haber dicho estas cosas, fue elevado mientras ellos miraban, y una nube Lo recibió y Lo ocultó de sus ojos.
(Hechos 1:9)
Yo Te glorifiqué en la tierra, habiendo terminado la obra que Me diste que hiciera.
(Juan 17:4)
Trabajen, no por el alimento que perece, sino por el alimento que permanece para vida eterna, el cual el Hijo del Hombre les dará, porque a El es a quien el Padre, Dios, ha marcado con Su sello."
(Juan 6:27)
Por tanto, dice: "CUANDO ASCENDIO A LO ALTO, LLEVO CAUTIVA UN GRAN NUMERO DE CAUTIVOS, Y DIO DONES A LOS HOMBRES."
(Efesios 4:8)
Ya no estoy en el mundo, pero ellos sí están en el mundo, y Yo voy a Ti. Padre santo, guárdalos en Tu nombre, el nombre que Me has dado, para que sean uno, así como Nosotros somos uno .
(Juan 17:11)
quien está a la diestra de Dios, habiendo subido al cielo después de que Le habían sido sometidos ángeles, autoridades y potestades.
(1 Pedro 3:22)