Al atardecer Sus discípulos bajaron hasta el mar,
(Juan 6:16)
y subiendo en una barca, se dirigieron al otro lado del mar, hacia Capernaúm. Ya había oscurecido, y Jesús todavía no había venido adonde ellos estaban;
(Juan 6:17)
y el mar estaba agitado porque soplaba un fuerte viento.
(Juan 6:18)
Cuando habían remado unos cuatro o cinco kilómetros, vieron a Jesús caminando sobre el mar y que se acercaba a la barca, y se asustaron.
Pero El les dijo: "Soy yo; no teman."
(Juan 6:20)
Entonces ellos querían recibir a Jesús en la barca, pero la barca llegó enseguida a la tierra adonde iban.
(Juan 6:21)
Al día siguiente, la multitud que había quedado al otro lado del mar se dio cuenta de que allí no había más que una barca, y que Jesús no había entrado en ella con Sus discípulos, sino que Sus discípulos se habían ido solos.
(Juan 6:22)
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Juan 6:19 - Referencia Cruzada
La ciudad está asentada en forma de cuadro, y su longitud es igual que su anchura. Y midió la ciudad con la vara, 12,000 estadios (2,160 km). Su longitud, anchura, y altura son iguales.
(Apocalipsis 21:16)
El que solo extiende los cielos, Y anda sobre las olas del mar;
(Job 9:8)
A muchas aguas te condujeron Tus remeros; El viento del este te destrozó En el corazón de los mares.
(Ezequiel 27:26)
Los hombres se pusieron a remar con afán para volver a tierra firme, pero no pudieron, porque el mar seguía embraveciéndose contra ellos.
(Jonás 1:13)
Al anochecer, la barca estaba en medio del mar, y El estaba solo en tierra.
(Marcus 6:47)
Mientras ellos relataban estas cosas, Jesús se puso en medio de ellos, y les dijo: "Paz a ustedes."
(Lucas 24:36)
Más que el fragor de muchas aguas, Más que las poderosas olas del mar, Es poderoso el SEÑOR en las alturas.
(Salmos 93:4)
Aquel mismo día dos de los discípulos iban a una aldea llamada Emaús, que estaba como a once kilómetros de Jerusalén.
(Lucas 24:13)
A la cuarta vigilia de la noche (3 a 6 a.m.), Jesús vino a ellos andando sobre el mar.
(Mateo 14:25)
El SEÑOR se sentó como Rey durante el diluvio; Sí, como Rey se sienta el SEÑOR para siempre.
(Salmos 29:10)
Betania estaba cerca de Jerusalén, como a tres kilómetros;
(Juan 11:18)
El lagar fue pisado fuera de la ciudad, y del lagar salió sangre que subió hasta los frenos de los caballos por una distancia como de 320 kilómetros.
(Apocalipsis 14:20)
No los dejaré huérfanos; vendré a ustedes.
(Juan 14:18)