Nueva Biblia Latinoamericana
De la misma manera tomó la copa después de haber cenado, diciendo: "Esta copa es el nuevo pacto en Mi sangre, que es derramada por ustedes. (Lucas 22:20)
Pero, vean, la mano del que Me entrega está junto a Mí en la mesa. (Lucas 22:21)
Porque en verdad, el Hijo del Hombre va según se ha determinado; pero ¡ay de aquel hombre por quien El es entregado!" (Lucas 22:22)
Entonces ellos comenzaron a discutir entre sí quién de ellos sería el que iba a hacer esto.
Surgió también entre ellos una discusión, sobre cuál de ellos debía ser considerado como el mayor. (Lucas 22:24)
Y Jesús les dijo: "Los reyes de los Gentiles se enseñorean de ellos; y los que tienen autoridad sobre ellos son llamados bienhechores. (Lucas 22:25)
Pero no es así con ustedes; antes, el mayor entre ustedes hágase como el menor, y el que dirige como el que sirve. (Lucas 22:26)

Otras publicaciones relacionadas con "Lucas 22:23":

Isaías Rivera
Servir con gozo
Isaías Rivera habla sobre la importancia de ser un servidor en el reino de Dios y estar dispuesto a tomar la copa y el bautismo de servir. Destaca la importancia de la humildad y la unidad en la iglesia y exhorta a los cristianos a estar dispuestos a servir y ser humildes en su servicio.


Dr. Roberto Miranda
El banquete es gratis - sólo hay que entrar y comer de él
En este sermón, el pastor habla acerca de la parábola de La Gran Cena en Lucas 14:15-24, y cómo se relaciona con el evangelismo y la invitación de Dios a la humanidad para que vengan a Él. Se destaca la amplia invitación de Dios a todos, sin importar su raza, nacionalidad o estatus socioeconómico, y la importancia de predicar el evangelio a todas las personas. También se enfatiza la necesidad de reconocer nuestra pobreza y depender de Dios, así como de tener una visión grande para Él y ser fértiles en la fe. Se concluye con una bendición en el Nombre de Jesús.


Lucas 22:23 - Referencia Cruzada

Los discípulos se miraban unos a otros, y estaban perplejos sin saber de quién hablaba. (Juan 13:22)
Ellos comenzaron a entristecerse y a decir uno por uno: "¿Acaso soy yo?" (Marcus 14:19)
Ellos, profundamente entristecidos, comenzaron a decir uno por uno: "¿Acaso soy yo, Señor?" (Mateo 26:22)