Nueva Biblia Latinoamericana
que no reciba muchas veces más en este tiempo, y en el siglo venidero, la vida eterna." (Lucas 18:30)
Tomando aparte a los doce discípulos, Jesús les dijo: "Miren, subimos a Jerusalén, y se cumplirán todas las cosas que están escritas por medio de los profetas acerca del Hijo del Hombre. (Lucas 18:31)
Pues será entregado a los Gentiles, y será objeto de burla, afrentado y escupido; (Lucas 18:32)
y Lo azotarán, y después Lo matarán, y al tercer día resucitará."
Pero ellos no comprendieron nada de esto. Este dicho les estaba encubierto, y no entendían lo que se les decía. (Lucas 18:34)
Aconteció que al acercarse Jesús a Jericó, un ciego estaba sentado junto al camino mendigando. (Lucas 18:35)
Al oír que pasaba una multitud, preguntaba qué era aquello. (Lucas 18:36)

Otras publicaciones relacionadas con "Lucas 18:33":

Alberto González Muñoz
Menos palabras, más vida
En este artículo, Alberto González Muñoz reflexiona sobre la importancia de la experiencia personal en la fe en Jesucristo y cómo debemos reflejar su amor en nuestras vidas.


Dr. Roberto Miranda
Zacarías 9: 9
El libro de Zacarías habla de la venida del Mesías y la promesa de que Dios traerá una solución a cualquier situación difícil. Debemos aprender a regocijarnos y celebrar en el Señor, incluso en medio del sufrimiento y la adversidad. Jesús vino como un rey justo, salvador y humilde, y debemos imitar esas cualidades en nuestras propias vidas.


Lucas 18:33 - Referencia Cruzada

y le dijeron: "Señor, nos acordamos que cuando aquel engañador aún vivía, dijo: 'Después de tres días resucitaré.' (Mateo 27:63)
diciendo que el Hijo del Hombre debía ser entregado en manos de hombres pecadores, y ser crucificado, y al tercer día resucitar." (Lucas 24:7)
Pero nosotros esperábamos que El era el que iba a redimir a Israel. Además de todo esto, éste es el tercer día desde que estas cosas acontecieron. (Lucas 24:21)
Desde entonces Jesucristo comenzó a declarar a Sus discípulos que debía ir a Jerusalén y sufrir muchas cosas de parte de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas, y ser muerto, y resucitar al tercer día. (Mateo 16:21)
Porque yo les entregué en primer lugar lo mismo que recibí: que Cristo (el Mesías) murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; (1 Corintios 15:3)