Nueva Biblia Latinoamericana
Respondiendo ellos, Le dijeron: "¿Dónde, Señor?" Y El les dijo: "Donde esté el cuerpo, allí también se juntarán los buitres." (Lucas 17:37)
Jesús les contó una parábola para enseñarles que ellos debían orar en todo tiempo, y no desfallecer: (Lucas 18:1)
Había en cierta ciudad un juez que ni temía a Dios ni respetaba a hombre alguno. (Lucas 18:2)
También había en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él constantemente, diciendo: 'Hágame usted justicia de mi adversario.'
Por algún tiempo el juez no quiso, pero después dijo para sí: 'Aunque ni temo a Dios, ni respeto a hombre alguno, (Lucas 18:4)
sin embargo, porque esta viuda me molesta, le haré justicia; no sea que por venir continuamente me agote la paciencia.'" (Lucas 18:5)
El Señor dijo: "Escuchen lo que dijo el juez injusto. (Lucas 18:6)

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Lucas 18:3 - Referencia Cruzada

Maldito el que pervierta el derecho del extranjero, del huérfano y de la viuda.' Y todo el pueblo dirá: 'Amén.' (Deuteronomio 27:19)
¡Cómo se ha convertido en ramera la ciudad fiel, La que estaba llena de justicia! Moraba en ella la rectitud, Pero ahora, asesinos. (Isaías 1:21)
¿Y no hará Dios justicia a Sus escogidos, que claman a El día y noche? ¿Se tardará mucho en responderles? (Lucas 18:7)
Aprendan a hacer el bien, Busquen la justicia, Reprendan al opresor, Defiendan al huérfano, Aboguen por la viuda. (Isaías 1:17)
Porque los gobernantes no son motivo de temor para los de buena conducta, sino para el que hace el mal. ¿Deseas, pues, no temer a la autoridad? Haz lo bueno y tendrás elogios de ella, (Romanos 13:3)
Han engordado y se han puesto lustrosos. También sobrepasan en obras de maldad; No defienden la causa, La causa del huérfano, para que prospere, Ni defienden los derechos del pobre. (Jeremías 5:28)
Venía sobre mí la bendición del que estaba a punto de perecer, Y el corazón de la viuda yo llenaba de gozo. (Job 29:13)
Despedías a las viudas con las manos vacías Y quebrabas los brazos de los huérfanos. (Job 22:9)
¿Qué te sucede?" le dijo el rey. Ella le respondió: "Ciertamente soy viuda, pues mi marido ha muerto." (2 Samuel 14:5)