Habiéndose congregado una gran multitud y los que de varias ciudades acudían a Jesús, entonces les habló por medio de una parábola:
(Lucas 8:4)El sembrador salió a sembrar su semilla. Al sembrarla, una parte cayó junto al camino, y fue pisoteada y las aves del cielo se la comieron.
(Lucas 8:5)Otra parte cayó sobre la roca, y tan pronto como creció, se secó, porque no tenía humedad.
(Lucas 8:6)Otra parte cayó en medio de los espinos; y los espinos, al crecer con ella, la ahogaron.
Y otra parte cayó en tierra buena, y creció y produjo una cosecha a ciento por uno." Al hablar estas cosas, Jesús exclamaba: "El que tiene oídos para oír, que oiga."
(Lucas 8:8)Sus discípulos Le preguntaban qué quería decir esta parábola,
(Lucas 8:9)y El respondió: "A ustedes se les ha concedido conocer los misterios del reino de Dios, pero a los demás les hablo en parábolas, para que VIENDO, NO VEAN; Y OYENDO, NO ENTIENDAN.
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Lucas 8:7 - Referencia Cruzada
Otra parte cayó entre espinos, y los espinos crecieron y la ahogaron, y no dio fruto.
(Marcus 4:7)Porque la tierra que bebe la lluvia que con frecuencia cae sobre ella y produce vegetación útil a aquéllos por los cuales es cultivada, recibe bendición de Dios.
(Hebreos 6:7)Porque así dice el SEÑOR a los hombres de Judá y de Jerusalén: "Rompan la tierra no labrada, Y no siembren entre espinos.
(Jeremías 4:3)Otra parte cayó entre espinos; y los espinos crecieron y la ahogaron.
(Mateo 13:7)La semilla que cayó entre los espinos, son los que han oído, y al continuar su camino son ahogados por las preocupaciones, las riquezas y los placeres de la vida, y su fruto no madura.
(Lucas 8:14)Estén alerta, no sea que sus corazones se carguen con disipación, embriaguez y con las preocupaciones de la vida, y aquel día venga súbitamente sobre ustedes como un lazo;
(Lucas 21:34)Otros son aquéllos en los que se sembró la semilla entre los espinos; éstos son los que han oído la palabra,
(Marcus 4:18)Espinos y cardos te producirá, Y comerás de las plantas del campo.
(Génesis 3:18)Y aquél en quien se sembró la semilla entre espinos, éste es el que oye la palabra, pero las preocupaciones del mundo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y se queda sin fruto.
(Mateo 13:22)