Había en Jerusalén un hombre que se llamaba Simeón. Este hombre, justo y piadoso, esperaba la consolación de Israel, y el Espíritu Santo estaba sobre él.
(Lucas 2:25)Y por el Espíritu Santo se le había revelado que no vería la muerte sin antes ver al Cristo (al Mesías) del Señor.
(Lucas 2:26)Movido por el Espíritu fue al templo. Y cuando los padres del niño Jesús Lo trajeron para cumplir por El el rito de la Ley,
(Lucas 2:27)Simeón tomó al Niño en sus brazos, y bendijo a Dios diciendo:
Ahora, Señor, permite que Tu siervo se vaya En paz, conforme a Tu palabra;
(Lucas 2:29)Porque mis ojos han visto Tu salvación
(Lucas 2:30)La cual has preparado en presencia de todos los pueblos;
(Lucas 2:31)Otras publicaciones relacionadas con "Lucas 2:28":
Lucas 2:28 - Referencia Cruzada
De repente apareció con el ángel una multitud de los ejércitos celestiales, alabando a Dios y diciendo:
(Lucas 2:13)Bendito sea el Señor, Dios de Israel, Porque nos ha visitado y ha traído redención para Su pueblo,
(Lucas 1:68)Y los pastores se volvieron, glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían oído y visto, tal como se les había dicho.
(Lucas 2:20)Oh casa de Israel, bendigan ustedes al SEÑOR; Oh casa de Aarón, bendigan al SEÑOR;
(Salmos 135:19)Den gracias al SEÑOR, invoquen Su nombre; Den a conocer Sus obras entre los pueblos.
(Salmos 105:1)Al instante le fue abierta su boca y suelta su lengua, y comenzó a hablar dando alabanza a Dios.
(Lucas 1:64)Alégrense en el SEÑOR y regocíjense, justos; Den voces de júbilo todos ustedes, los rectos de corazón.
(Salmos 32:11)Tomando a un niño, lo puso en medio de ellos; y tomándolo en los brazos les dijo:
(Marcus 9:36)Entonces María dijo: "Mi alma engrandece al Señor,
(Lucas 1:46)Y tomándolos en los brazos, los bendecía, poniendo las manos sobre ellos.
(Marcus 10:16)