Nueva Biblia Latinoamericana
Había en Jerusalén un hombre que se llamaba Simeón. Este hombre, justo y piadoso, esperaba la consolación de Israel, y el Espíritu Santo estaba sobre él. (Lucas 2:25)
Y por el Espíritu Santo se le había revelado que no vería la muerte sin antes ver al Cristo (al Mesías) del Señor. (Lucas 2:26)
Movido por el Espíritu fue al templo. Y cuando los padres del niño Jesús Lo trajeron para cumplir por El el rito de la Ley, (Lucas 2:27)
Simeón tomó al Niño en sus brazos, y bendijo a Dios diciendo:
Ahora, Señor, permite que Tu siervo se vaya En paz, conforme a Tu palabra; (Lucas 2:29)
Porque mis ojos han visto Tu salvación (Lucas 2:30)
La cual has preparado en presencia de todos los pueblos; (Lucas 2:31)

Otras publicaciones relacionadas con "Lucas 2:28":

Dr. Roberto Miranda
Ana y Simeón - Promesas de Dios se cumplen
En este artículo, el autor habla sobre la historia de la presentación de Jesús en el templo y cómo Ana y Simeón encarnan virtudes que podemos aprender. También destaca la importancia del Espíritu Santo en nuestras vidas y cómo debemos retener lo que hemos recibido y ser fieles al Señor. El autor habla sobre la importancia de tener un equilibrio entre nuestro carácter y nuestra pasión por Dios, y cómo podemos ser usados por Dios si nos entregamos a Él. Además, se enfatiza la importancia de estar preparados para la visitación del Espíritu Santo y permitir que Dios cumpla sus propósitos en nosotros.


Dr. Roberto Miranda
Perder para ganar
El pastor habla sobre el compromiso radical con el Reino de Dios y la entrega total al Señor. Destaca la importancia de vivir una vida devocional vital y ser un testimonio de Jesucristo en todas las áreas de la vida. También se enfatiza la importancia de ser justo y piadoso en nuestras relaciones con los demás y en nuestra relación con Dios.


Dr. Roberto Miranda
Dios con nosotros
El mensaje navideño de Dios con nosotros es que Jesucristo es Dios, accesible a nuestras oraciones y peticiones, nuestro mediador que entiende y ha experimentado nuestras tentaciones y dolores. Aceptarlo como Señor y salvador es experimentar su amor y protección.


Lucas 2:28 - Referencia Cruzada

De repente apareció con el ángel una multitud de los ejércitos celestiales, alabando a Dios y diciendo: (Lucas 2:13)
Bendito sea el Señor, Dios de Israel, Porque nos ha visitado y ha traído redención para Su pueblo, (Lucas 1:68)
Y los pastores se volvieron, glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían oído y visto, tal como se les había dicho. (Lucas 2:20)
Oh casa de Israel, bendigan ustedes al SEÑOR; Oh casa de Aarón, bendigan al SEÑOR; (Salmos 135:19)
Den gracias al SEÑOR, invoquen Su nombre; Den a conocer Sus obras entre los pueblos. (Salmos 105:1)
Al instante le fue abierta su boca y suelta su lengua, y comenzó a hablar dando alabanza a Dios. (Lucas 1:64)
Alégrense en el SEÑOR y regocíjense, justos; Den voces de júbilo todos ustedes, los rectos de corazón. (Salmos 32:11)
Tomando a un niño, lo puso en medio de ellos; y tomándolo en los brazos les dijo: (Marcus 9:36)
Entonces María dijo: "Mi alma engrandece al Señor, (Lucas 1:46)
Y tomándolos en los brazos, los bendecía, poniendo las manos sobre ellos. (Marcus 10:16)