Nueva Biblia Latinoamericana
Por cuanto muchos han tratado de poner en orden y escribir una historia de las cosas que entre nosotros son muy ciertas (y hay plena convicción), (Lucas 1:1)
tal como nos las dieron a conocer los que desde el principio fueron testigos oculares y ministros de la palabra (del evangelio), (Lucas 1:2)
también a mí me ha parecido conveniente, después de haberlo investigado todo con diligencia desde el principio, escribírtelas ordenadamente, excelentísimo Teófilo, (Lucas 1:3)
para que sepas la verdad precisa acerca de las cosas que te han sido enseñadas (instruido oralmente).
Hubo en los días de Herodes (el Grande), rey de Judea, cierto sacerdote llamado Zacarías, del grupo de Abías, que tenía por mujer una de las hijas de Aarón que se llamaba Elisabet. (Lucas 1:5)
Ambos eran justos delante de Dios, y se conducían intachablemente en todos los mandamientos y preceptos del Señor. (Lucas 1:6)
No tenían hijos, porque Elisabet era estéril, y ambos eran de edad avanzada. (Lucas 1:7)

Otras publicaciones relacionadas con "Lucas 1:4":

Samuel Acevedo
Samuel Acevedo - Zacarías
En este artículo, el autor Samuel Acevedo habla sobre el pasaje de Zacarías y Elizabeth y cómo incluso los justos pueden experimentar la esterilidad, tanto física como espiritual. El artículo enfatiza la importancia de creer en las promesas de Dios y tener fe en que Él cumplirá lo que ha prometido.


Dr. Roberto Miranda
Discerniendo los tiempos
El autor habla sobre la importancia de entender los tiempos en que vivimos y discernir lo que Dios está haciendo en nuestras vidas y en el mundo en general. Se refiere a la confusión y temor que se vive en el mundo actual debido a la rebeldía contra Dios y la ética bíblica. También menciona la apostasía y herejía que se ve en algunas iglesias en la actualidad. El autor enfatiza en la necesidad de vivir la vida a nivel macro, de acuerdo al plan de Dios, y no a nivel micro, enfocado sólo en nuestras vidas cotidianas.


Lucas 1:4 - Referencia Cruzada

Además, yo procuraré con diligencia, que en todo tiempo, después de mi partida, ustedes puedan recordar estas cosas. (2 Pedro 1:15)
Y al que se le enseña la palabra, que comparta toda cosa buena con el que le enseña. (Gálatas 6:6)
y conoces Su voluntad; que apruebas las cosas que son esenciales, siendo instruido por la Ley, (Romanos 2:18)
pero éstas se han escrito para que ustedes crean que Jesús es el Cristo (el Mesías), el Hijo de Dios; y para que al creer, tengan vida en Su nombre. (Juan 20:31)
Sin embargo, en la iglesia prefiero (deseo) hablar cinco palabras con mi entendimiento, para instruir también a otros, antes que diez mil palabras en lenguas. (1 Corintios 14:19)
Este había sido instruido en el camino del Señor, y siendo ferviente de espíritu, hablaba y enseñaba con exactitud las cosas referentes a Jesús, aunque sólo conocía el bautismo de Juan. (Hechos 18:25)