Nueva Biblia Latinoamericana
Vino por tercera vez, y les dijo: "¿Todavía están durmiendo y descansando? Basta ya; ha llegado la hora; miren, el Hijo del Hombre es entregado en manos de los pecadores. (Marcus 14:41)
Levántense, vámonos; ya está cerca el que Me entrega." (Marcus 14:42)
En ese momento, mientras Jesús estaba todavía hablando, llegó Judas, uno de los doce discípulos, acompañado de una multitud con espadas y palos, de parte de los principales sacerdotes, de los escribas y de los ancianos. (Marcus 14:43)
Y el que Lo entregaba les había dado una señal, diciendo: "Al que yo bese, Ese es; Lo prenden y se Lo llevan con seguridad."
Cuando llegó Judas, inmediatamente se acercó a Jesús y le dijo: "¡Rabí (Maestro)!" Y Lo besó. (Marcus 14:45)
Entonces ellos echaron mano a Jesús y Lo prendieron. (Marcus 14:46)
Pero uno de los que estaban allí, sacando la espada, hirió al siervo del sumo sacerdote y le cortó la oreja. (Marcus 14:47)

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Marcus 14:44 - Referencia Cruzada

Vayan ahora, asegúrense, investiguen y vean dónde está su escondite, y quién lo ha visto allí, porque me han dicho que es muy astuto. (1 Samuel 23:22)
Aquél ha extendido sus manos contra los que estaban en paz con él, Ha violado su pacto. (Salmos 55:20)
De ninguna manera estén atemorizados por sus adversarios, lo cual es señal de perdición para ellos, pero de salvación para ustedes, y esto, de Dios. (Filipenses 1:28)
Ahora pues, júrenme por el SEÑOR, ya que los he tratado con bondad, que ustedes tratarán con bondad a la casa de mi padre. Denme una promesa segura, (Josué 2:12)
Yo, Pablo, escribo este saludo con mi propia mano, y ésta es una señal distintiva en todas mis cartas; así escribo yo. (2 Tesalonicenses 3:17)
Fieles son las heridas del amigo, Pero engañosos los besos del enemigo. (Proverbios 27:6)
La sangre les será a ustedes por señal en las casas donde estén. Cuando Yo vea la sangre pasaré de largo, y ninguna plaga vendrá sobre ustedes para destruirlos cuando Yo hiera la tierra de Egipto. (Éxodo 12:13)
Y Joab dijo a Amasa: "¿Te va bien, hermano mío?" Y Joab tomó a Amasa por la barba con su mano derecha para besarlo. (2 Samuel 20:9)
Después de darles muchos azotes, los echaron en la cárcel, ordenando al carcelero que los guardara con seguridad; (Hechos 16:23)
El que Lo entregaba les había dado una señal, diciendo: "Al que yo bese, El es; Lo pueden prender." (Mateo 26:48)