Nueva Biblia Latinoamericana
El segundo es éste: 'AMARAS A TU PROJIMO COMO A TI MISMO.' No hay otro mandamiento mayor que éstos." (Marcus 12:31)
Y el escriba Le dijo: "Muy bien, Maestro; con verdad has dicho que EL ES UNO, Y NO HAY OTRO ADEMAS DE EL; (Marcus 12:32)
Y QUE AMARLE A EL CON TODO EL CORAZON Y CON TODO EL ENTENDIMIENTO Y CON TODAS LAS FUERZAS, Y AMAR AL PROJIMO COMO A UNO MISMO, es más que todos los holocaustos y los sacrificios." (Marcus 12:33)
Viendo Jesús que él había respondido sabiamente, le dijo: "No estás lejos del reino de Dios." Y después de eso, nadie se aventuraba a hacer más preguntas.
Mientras enseñaba en el templo Jesús decía: "¿Por qué dicen los escribas que el Cristo (el Mesías) es hijo de David? (Marcus 12:35)
David mismo dijo por el Espíritu Santo: 'EL SEÑOR DIJO A MI SEÑOR: "SIENTATE A MI DIESTRA, HASTA QUE PONGA A TUS ENEMIGOS DEBAJO DE TUS PIES."'" (Marcus 12:36)
David mismo Lo llama 'Señor.' ¿En qué sentido es, pues, su hijo?" Y la gran multitud Lo escuchaba con gusto. (Marcus 12:37)

Otras publicaciones relacionadas con "Marcus 12:34":

Gregory Bishop
El joven rico
Una historia bíblica sobre un joven rico que busca la vida eterna y la respuesta de Jesús a su pregunta.


Samuel Acevedo
Amarse unos a otros
El mensaje de esta noche se centra en la relación entre dar y el acceso al poder de Dios y la felicidad. El orador señala que las personas más felices y autorrealizadas que ha conocido también son las que mejor aman a los demás. Jesús nos ordena amarnos unos a otros como él nos ha amado. Si obedecemos este mandamiento, tendremos acceso al gozo del Señor en nuestras vidas. Al amar en nombre de Jesús, tenemos autoridad y unción para hacer su obra en el mundo.


Marcus 12:34 - Referencia Cruzada

Están desconcertados, ya no responden; Les han faltado las palabras. (Job 32:15)
Ahora bien, sabemos que cuanto dice la Ley, lo dice a los que están bajo la Ley, para que toda boca se calle y todo el mundo sea hecho responsable ante Dios. (Romanos 3:19)
Y ya no se atrevían a hacer más preguntas. (Lucas 20:40)
Que su conversación sea siempre con gracia, sazonada como con sal, para que sepan cómo deben responder a cada persona. (Colosenses 4:6)
En un tiempo yo vivía sin la Ley, pero al venir el mandamiento, el pecado revivió, y yo morí; (Romanos 7:9)
Debe retener la palabra fiel que es conforme a la enseñanza, para que sea capaz también de exhortar con sana doctrina y refutar a los que contradicen. (Tito 1:9)
NO QUEBRARA LA CAÑA CASCADA, NI APAGARA LA MECHA QUE HUMEA, HASTA QUE LLEVE A LA VICTORIA LA JUSTICIA. (Mateo 12:20)
Pues mediante la Ley yo morí a la Ley, a fin de vivir para Dios. (Gálatas 2:19)
Y nadie Le pudo contestar ni una palabra, ni ninguno desde ese día se atrevió a hacer más preguntas a Jesús. (Mateo 22:46)