Nueva Biblia Latinoamericana
Pero cuando ellos Lo vieron andando sobre el mar, pensaron que era un fantasma y se pusieron a gritar; (Marcus 6:49)
porque todos Lo vieron y se turbaron. Pero enseguida El habló con ellos y les dijo: "¡Tengan ánimo; soy Yo, no teman!" (Marcus 6:50)
Subió con ellos a la barca, y el viento se calmó; y ellos estaban asombrados en gran manera, (Marcus 6:51)
porque no habían entendido lo de los panes, sino que su mente estaba embotada.
Terminada la travesía, llegaron a tierra en Genesaret, y atracaron en la orilla. (Marcus 6:53)
Cuando salieron de la barca, la gente enseguida reconoció a Jesús, (Marcus 6:54)
y recorrieron apresuradamente toda aquella región, y comenzaron a traer a los enfermos en sus camillas adonde oían decir que El estaba. (Marcus 6:55)

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Marcus 6:52 - Referencia Cruzada

Dándose cuenta Jesús, les dijo: "¿Por qué discuten que no tienen panes? ¿Aún no comprenden ni entienden? ¿Tienen el corazón endurecido? (Marcus 8:17)
Entonces ¿qué? Aquello que Israel busca no lo ha alcanzado, pero los que fueron escogidos lo alcanzaron y los demás fueron endurecidos; (Romanos 11:7)
Después Jesús se apareció a los once discípulos cuando estaban sentados a la mesa, y los reprendió por su incredulidad y dureza de corazón, porque no habían creído a los que Lo habían visto resucitado. (Marcus 16:14)
¿Todavía no entienden ni recuerdan los cinco panes para los cinco mil, y cuántas cestas recogieron? (Mateo 16:9)
Entonces Jesús les dijo: "¡Oh insensatos y tardos de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho! (Lucas 24:25)
Y mirando con enojo a los que Lo rodeaban, y entristecido por la dureza de sus corazones, le dijo al hombre: "Extiende tu mano." Y él la extendió, y su mano quedó sana. (Marcus 3:5)
¿Por qué, oh SEÑOR, nos haces desviar de Tus caminos Y endureces nuestro corazón a Tu temor? Vuélvete por amor de Tus siervos, las tribus de Tu heredad. (Isaías 63:17)
¿También ustedes son tan faltos de entendimiento?" les dijo. "¿No comprenden que todo lo que de afuera entra al hombre no lo puede contaminar, (Marcus 7:18)