Nueva Biblia Latinoamericana
Viendo Pilato que no conseguía nada, sino que más bien se estaba formando un tumulto, tomó agua y se lavó las manos delante de la multitud, diciendo: "Soy inocente de la sangre de este Justo. ¡Allá ustedes!" (Mateo 27:24)
Todo el pueblo contestó: "¡Caiga Su sangre sobre nosotros y sobre nuestros hijos!" (Mateo 27:25)
Entonces les soltó a Barrabás, y después de hacer azotar a Jesús, Lo entregó para que fuera crucificado. (Mateo 27:26)
Entonces los soldados del gobernador llevaron a Jesús al Pretorio (Palacio), y reunieron alrededor de El a toda la tropa Romana.
Después de quitarle la ropa, Le pusieron encima un manto escarlata. (Mateo 27:28)
Y tejiendo una corona de espinas, la pusieron sobre Su cabeza, y una caña en Su mano derecha; y arrodillándose delante de El, Le hacían burla, diciendo: "¡Salve, Rey de los Judíos!" (Mateo 27:29)
Le escupían, y tomaban la caña y Lo golpeaban en la cabeza. (Mateo 27:30)

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Mateo 27:27 - Referencia Cruzada

Entonces los soldados llevaron a Jesús dentro del palacio, es decir, al Pretorio, y convocaron a toda la tropa Romana . (Marcus 15:16)
Cuando se decidió que deberíamos embarcarnos para Italia, fueron entregados Pablo y algunos otros presos a un centurión de la compañía (tropa) Augusta, llamado Julio. (Hechos 27:1)
Entonces Judas, tomando la tropa Romana , y a varios guardias de los principales sacerdotes y de los Fariseos, fue allá con linternas, antorchas y armas. (Juan 18:3)
dijo: "Te oiré cuando estén presentes también tus acusadores." Y mandó que lo guardaran en el Pretorio (la residencia oficial del gobernador) de Herodes (Agripa I). (Hechos 23:35)
Entonces llevaron a Jesús de casa de Caifás al Pretorio (residencia oficial del gobernador); era muy de mañana; y ellos no entraron al Pretorio para no contaminarse y poder comer la Pascua. (Juan 18:28)
Pilato volvió a entrar al Pretorio, y llamó a Jesús y Le preguntó: "¿Eres Tú el Rey de los Judíos?" (Juan 18:33)
Había en Cesarea un hombre llamado Cornelio, centurión de la cohorte (unidad militar Romana) llamada la Italiana, (Hechos 10:1)
Entonces Pilato, cuando oyó estas palabras, se atemorizó aún más. (Juan 19:8)