vendrá el señor de aquel siervo el día que no lo espera, y a una hora que no sabe,
(Mateo 24:50)
y lo azotará severamente y le asignará un lugar con los hipócritas; allí será el llanto y el crujir de dientes.
(Mateo 24:51)
Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que tomando sus lámparas, salieron a recibir al novio.
(Mateo 25:1)
Y cinco de ellas eran insensatas, y cinco prudentes.
Porque las insensatas, al tomar sus lámparas, no tomaron aceite consigo,
(Mateo 25:3)
pero las prudentes tomaron aceite en frascos juntamente con sus lámparas.
(Mateo 25:4)
Al tardarse el novio, a todas les dio sueño y se durmieron.
(Mateo 25:5)
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Mateo 25:2 - Referencia Cruzada
Ellos salieron de nosotros, pero en realidad no eran de nosotros, porque si hubieran sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros. Pero salieron, a fin de que se manifestara que no todos son de nosotros.
(1 Juan 2:19)
Por tanto, cualquiera que oye estas palabras Mías y las pone en práctica, será semejante a un hombre sabio que edificó su casa sobre la roca;
(Mateo 7:24)
Una cesta tenía higos muy buenos, como los primeros higos maduros; y la otra tenía higos muy malos, que de podridos no se podían comer.
(Jeremías 24:2)
Ahora quiero recordarles a ustedes, aunque ya definitivamente lo saben todo, que el Señor, habiendo salvado al pueblo de la tierra de Egipto, destruyó después a los que no creyeron.
(Judas 1:5)
A todo el que oye la palabra del reino y no la entiende, el maligno viene y arrebata lo que fue sembrado en su corazón. Este es aquél en quien se sembró la semilla junto al camino.
(Mateo 13:19)
Porque no quiero que ignoren, hermanos, que todos nuestros padres estuvieron bajo la nube y todos pasaron por el mar.
(1 Corintios 10:1)
y el campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del reino, y la cizaña son los hijos del maligno;
(Mateo 13:38)
El reino de los cielos también es semejante a una red barredera que se echó en el mar, y recogió peces de toda clase.
(Mateo 13:47)
Aquellos siervos salieron por los caminos, y reunieron a todos los que encontraron, tanto malos como buenos; y el salón de bodas se llenó de invitados.
(Mateo 22:10)
¿Quién es, pues, el siervo fiel y prudente a quien su señor puso sobre los de su casa para que les diera la comida a su tiempo?
(Mateo 24:45)