Nueva Biblia Latinoamericana
¡Fariseo ciego! Limpia primero lo de adentro del vaso y del plato, para que lo de afuera también quede limpio. (Mateo 23:26)
¡Ay de ustedes, escribas y Fariseos, hipócritas que son semejantes a sepulcros blanqueados! Por fuera lucen hermosos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia. (Mateo 23:27)
Así también ustedes, por fuera parecen justos a los hombres, pero por dentro están llenos de hipocresía y de iniquidad. (Mateo 23:28)
¡Ay de ustedes, escribas y Fariseos, hipócritas! Porque edifican los sepulcros de los profetas y adornan los monumentos de los justos,
y dicen: 'Si nosotros hubiéramos vivido en los días de nuestros padres, no hubiéramos sido sus cómplices en derramar la sangre de los profetas.' (Mateo 23:30)
Así que dan testimonio en contra de ustedes mismos, que son hijos de los que asesinaron a los profetas. (Mateo 23:31)
¡Llenen, pues, la medida de la culpa (pecado) de sus padres (terminen, pues, su pecado)! (Mateo 23:32)

Otras publicaciones relacionadas con "Mateo 23:29":

Jonatán Toledo
Una vida que refleja a Cristo - En las manos del alfarero
Este artículo presenta un resumen de varios sermones que hablan sobre cómo vivir una vida en Cristo, incluyendo la renovación constante, la importancia de hablar la verdad en amor y controlar la ira, y cómo reflejar a Cristo en todas las áreas de la vida. También se aborda el tema de los peligros del uso incorrecto de la lengua y la importancia de hablar solo la verdad y abandonar la amargura.


Dr. Roberto Miranda
Serás llamado reparador de portillos
En este artículo, el pastor Roberto Miranda habla sobre la importancia de ser reparadores de portillos según Isaías 58:12. La congregación León de Judá ha sido llamada a ser una comunidad refugio que ayuda a restaurar vidas y bendecir a los demás. La meta es que la ciudad de Boston sea bendecida a través de la iglesia y que la gloria sea de Dios.


Mateo 23:29 - Referencia Cruzada

Hermanos, del patriarca David les puedo decir con franqueza que murió y fue sepultado, y su sepulcro está entre nosotros hasta el día de hoy. (Hechos 2:29)
¡Ay de ustedes! Porque edifican los sepulcros de los profetas, y fueron los padres de ustedes quienes los mataron. (Lucas 11:47)