Pero muchos primeros serán últimos, y los últimos, primeros. (Mateo 19:30)

Porque el reino de los cielos es semejante a un hacendado que salió muy de mañana para contratar obreros para su viña. (Mateo 20:1)

Y habiendo convenido con los obreros en un denario (moneda romana; salario de un día) al día, los envió a su viña. (Mateo 20:2)

Salió después como a la hora tercera (9 a.m.), y vio parados en la plaza a otros que estaban sin trabajo;

y a éstos les dijo: 'Vayan también ustedes a la viña, y les daré lo que sea justo.' Y ellos fueron. (Mateo 20:4)

Volvió a salir como a la hora sexta (mediodía) y a la novena (3 p.m.), e hizo lo mismo. (Mateo 20:5)

Y saliendo como a la hora undécima (5 p.m.), encontró a otros parados, y les dijo: '¿Por qué han estado aquí parados todo el día sin trabajar?' (Mateo 20:6)

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Mateo 20:3 - Referencia Cruzada

Pero, ¿con qué compararé a esta generación? Es semejante a los muchachos que se sientan en las plazas, que dan voces a los otros, (Mateo 11:16)

Porque éstos no están borrachos como ustedes suponen, pues apenas es la hora tercera (9 a.m.); (Hechos 2:15)

Así que discutía en la sinagoga con los Judíos y con los Gentiles temerosos de Dios, y diariamente en la plaza con los que estuvieran presentes. (Hechos 17:17)

La pereza hace caer en profundo sueño, Y el alma ociosa sufrirá hambre. (Proverbios 19:15)

Pues ésta fue la iniquidad de tu hermana Sodoma: arrogancia, abundancia de pan y completa ociosidad tuvieron ella y sus hijas; pero no ayudaron al pobre ni al necesitado, (Ezequiel 16:49)

Y además, aprenden a estar ociosas, yendo de casa en casa. Y no sólo son ociosas, sino también charlatanas y entremetidas, hablando de cosas que no son dignas. (1 Timoteo 5:13)

a fin de que no sean perezosos, sino imitadores de los que mediante la fe y la paciencia heredan las promesas. (Hebreos 6:12)

Era la hora tercera (9 a.m.) cuando Lo crucificaron. (Marcus 15:25)

Y saliendo como a la hora undécima (5 p.m.), encontró a otros parados, y les dijo: '¿Por qué han estado aquí parados todo el día sin trabajar?' (Mateo 20:6)