Pero cuando los Fariseos lo oyeron, dijeron: "Este no expulsa los demonios sino por Beelzebú, el príncipe de los demonios."
(Mateo 12:24)Conociendo Jesús sus pensamientos, les dijo: "Todo reino dividido contra sí mismo es asolado, y toda ciudad o casa dividida contra sí misma no se mantendrá en pie.
(Mateo 12:25)Si Satanás expulsa a Satanás, está dividido contra sí mismo; ¿cómo puede entonces mantenerse en pie su reino?
(Mateo 12:26)Y si Yo expulso los demonios por Beelzebú, ¿por quién los expulsan los hijos de ustedes? Por tanto, ellos serán sus jueces.
Pero si Yo expulso los demonios por el Espíritu de Dios, entonces el reino de Dios ha llegado a ustedes.
(Mateo 12:28)¿O cómo puede alguien entrar en la casa de un hombre fuerte y saquear sus bienes, si primero no lo ata? Y entonces saqueará su casa.
(Mateo 12:29)El que no está a favor Mío, está contra Mí; y el que no recoge a Mi lado, desparrama.
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Mateo 12:27 - Referencia Cruzada
Y Juan respondió: "Maestro, vimos a uno echando fuera demonios en Tu nombre, y tratamos de impedírselo porque no anda con nosotros."
(Lucas 9:49)Maestro," dijo Juan, "vimos a uno echando fuera demonios en Tu nombre, y tratamos de impedírselo, porque no nos seguía."
(Marcus 9:38)Ahora bien, sabemos que cuanto dice la Ley, lo dice a los que están bajo la Ley, para que toda boca se calle y todo el mundo sea hecho responsable ante Dios.
(Romanos 3:19)Los hombres de Nínive se levantarán con esta generación en el juicio y la condenarán, porque ellos se arrepintieron con la predicación de Jonás; y miren, algo más grande que Jonás está aquí.
(Mateo 12:41)Y si Yo echo fuera demonios por Beelzebú, ¿por quién los echan fuera los hijos de ustedes? Por tanto, ellos serán sus jueces.
(Lucas 11:19)Pero también algunos de los Judíos, exorcistas ambulantes, trataron de invocar el nombre del Señor Jesús sobre los que tenían espíritus malos, diciendo: "Les ordeno que salgan, en el Nombre de Jesús a quien Pablo predica."
(Hechos 19:13)El le contestó: 'Siervo inútil, por tus propias palabras te voy a juzgar. ¿Sabías que yo soy un hombre exigente, que recojo lo que no deposité y siego lo que no sembré?
(Lucas 19:22)