Nueva Biblia Latinoamericana
Todo esto por la rebelión de Jacob Y por los pecados de la casa de Israel. ¿Cuál es la rebelión de Jacob? ¿No es Samaria? ¿Cuál es el lugar alto de Judá? ¿No es Jerusalén? (Miqueas 1:5)
Haré, pues, de Samaria un montón de ruinas en el campo, Lugares para plantar viñas; Derramaré sus piedras por el valle, Y pondré al descubierto sus cimientos. (Miqueas 1:6)
Todos sus ídolos serán destrozados, Y todas sus ganancias serán quemadas por el fuego. Destruiré todas sus imágenes, Porque las obtuvo de ganancias de ramera, Y a ganancias de ramera volverán. (Miqueas 1:7)
Por eso me lamentaré y gemiré, Andaré descalzo y desnudo. Daré aullidos como los chacales Y lamentos como los avestruces.
Porque es incurable su herida, Pues ha llegado hasta Judá; Se ha acercado hasta la puerta de mi pueblo, Hasta Jerusalén. (Miqueas 1:9)
En Gat no lo anuncien, Tampoco lloren. En Bet Le Afrá revuélcate en el polvo. (Miqueas 1:10)
Vete al cautiverio, habitante de Safir, en vergonzosa desnudez. La que habita en Zaanán no escapa. La lamentación de Bet Esel es Que El quitará de ustedes su apoyo. (Miqueas 1:11)

Otras publicaciones relacionadas con "Miqueas 1:8":

Faustino de Jesús Zamora Vargas
Esta vez alabaré al Señor
Este artículo habla sobre la vida de Jacob y su transformación por el poder de Dios, su descendencia extraordinaria y la importancia de la alabanza como puerta a la redención. El propósito del pueblo de Dios es publicar sus alabanzas, glorificarle y exaltarle en toda su majestad y señorío.


Dr. Roberto Miranda
Serás llamado reparador de portillos
En este artículo, el pastor Roberto Miranda habla sobre la importancia de ser reparadores de portillos según Isaías 58:12. La congregación León de Judá ha sido llamada a ser una comunidad refugio que ayuda a restaurar vidas y bendecir a los demás. La meta es que la ciudad de Boston sea bendecida a través de la iglesia y que la gloria sea de Dios.


Miqueas 1:8 - Referencia Cruzada

Por tanto, Mi corazón gime por Moab como una flauta; Mi corazón gime también como una flauta por los hombres de Kir Hares, ya que perdieron la abundancia que se había producido. (Jeremías 48:36)
Por tanto digo: 'Aparten de mí la mirada, Déjenme llorar amargamente. No traten de consolarme por la destrucción de la hija de mi pueblo'. (Isaías 22:4)
Sino que allí descansarán los moradores del desierto, Y sus casas estarán llenas de búhos. También habitarán allí los avestruces, y allí brincarán las cabras peludas. (Isaías 13:21)
Alcen por los montes lloro y lamentación, Y una elegía por los pastos del desierto, Porque han sido desolados; nadie pasa por ellos , Ni se oye el bramido del ganado; Desde las aves del cielo hasta las bestias han huido, se han ido. (Jeremías 9:10)
Por eso lloraré amargamente por Jazer, por la viña de Sibma. Te bañaré con mis lágrimas, oh Hesbón y Eleale, Porque sobre tus frutos de verano y sobre tu cosecha se ha extinguido el clamor, (Isaías 16:9)
Me parezco al pelícano del desierto; Como el búho de las soledades he llegado a ser. (Salmos 102:6)
¡Alma mía, alma mía! (¡Entrañas mías, entrañas mías!) Estoy angustiado, ¡oh corazón mío! Mi corazón se agita dentro de mí; No callaré, Porque has oído, alma mía, El sonido de la trompeta, El pregón de guerra. (Jeremías 4:19)
Porque voz de lamentación se oye desde Sion: '¡Cómo hemos sido arrasados! En gran manera estamos avergonzados, Pues tenemos que abandonar la tierra, Porque han derribado nuestras moradas.'" (Jeremías 9:19)
Quién me diera que mi cabeza se hiciera agua, Y mis ojos fuente de lágrimas, Para que yo llorara día y noche Por los muertos de la hija de mi pueblo. (Jeremías 9:1)
He venido a ser hermano de chacales Y compañero de avestruces. (Job 30:29)
Por esta razón mis lomos están llenos de angustia; Dolores se han apoderado de mí como dolores de mujer de parto. Estoy tan confundido que no oigo, tan aterrado que no veo. (Isaías 21:3)
En aquel tiempo el SEÑOR habló por medio de Isaías, hijo de Amoz, y le dijo: "Ve y quítate el cilicio de tus lomos, y desata las sandalias de tus pies." Así lo hizo Isaías, y anduvo desnudo y descalzo. (Isaías 20:2)