Nueva Biblia Latinoamericana
Yo te haré pequeño entre las naciones; Despreciado eres en gran manera. (Abdías 1:2)
La soberbia de tu corazón te ha engañado, Tú que habitas en las hendiduras de la peña, En las alturas de tu morada; Que dices en tu corazón: '¿Quién me derribará por tierra?' (Abdías 1:3)
Aunque te remontes como el águila, Y aunque entre las estrellas pongas tu nido, De allí te derribaré," declara el SEÑOR. (Abdías 1:4)
Si vinieran a ti ladrones O salteadores de noche (¡cómo quedarías arruinado!), ¿No robarían sólo hasta que les bastara? Si vinieran a ti vendimiadores, ¿No dejarían algunos rebuscos (racimos)?
¡Cómo será escudriñado Esaú, Y rebuscados sus tesoros escondidos! (Abdías 1:6)
Hasta la frontera te echarán Todos tus aliados; Te engañarán, te dominarán Los que están en paz contigo; Los que comen tu pan Tenderán emboscada contra ti. (No hay entendimiento en él (Esaú).) (Abdías 1:7)
¿No destruiré en aquel día," declara el SEÑOR "a los sabios de Edom Y el entendimiento del monte de Esaú? (Abdías 1:8)

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Abdías 1:5 - Referencia Cruzada

Pero quedarán en él rebuscos como cuando se varea el olivo: Dos o tres aceitunas en la rama más alta, Cuatro o cinco en las ramas de un árbol fructífero," Declara el SEÑOR, Dios de Israel. (Isaías 17:6)
Esta es la ciudad divertida Que vivía confiada, Que decía en su corazón: "Yo soy, y no hay otra más que yo." ¡Cómo ha sido hecha una desolación, Una guarida de fieras! Todo el que pase por ella silbará Y agitará su mano. (Sofonías 2:15)
¡Ay de mí!, porque soy Como los recogedores de frutos de verano, como los rebuscadores en la vendimia. No hay racimo de uvas que comer, Ni higo temprano que tanto deseo. (Miqueas 7:1)
¡Cómo has caído del cielo, Oh lucero de la mañana, hijo de la aurora! Has sido derribado por tierra, Tú que debilitabas a las naciones. (Isaías 14:12)
Y de pie, desde lejos por causa del temor de su tormento, dirán: '¡Ay, ay, la gran ciudad, Babilonia, la ciudad fuerte! Porque en una hora ha llegado tu juicio.' (Apocalipsis 18:10)
Porque así será en medio de la tierra, entre los pueblos, Como cuando se varea el olivo, Como en los rebuscos cuando se acaba la vendimia. (Isaías 24:13)
Cuando vendimies tu viña, no la repasarás; será para el extranjero, para el huérfano y para la viuda. (Deuteronomio 24:21)
¡Cómo yace solitaria La ciudad de tanta gente! ¡Se ha vuelto como una viuda La grande entre las naciones! ¡La princesa entre las provincias Se ha convertido en tributaria. (Lamentaciones 1:1)
Tu hermosura, oh Israel, ha perecido sobre tus montes. ¡Cómo han caído los valientes! (2 Samuel 1:19)
¡Cómo ha sido cortado y quebrado El martillo de toda la tierra! ¡Cómo se ha convertido Babilonia En objeto de horror entre las naciones! (Jeremías 50:23)
Si vinieran a ti vendimiadores, ¿No dejarían algunos racimos? Si vinieran ladrones de noche, Sólo destruirían hasta que les bastara. (Jeremías 49:9)