Nueva Biblia Latinoamericana
El SEÑOR ha jurado por el orgullo de Jacob: "Ciertamente, nunca me olvidaré de ninguna de sus obras. (Amós 8:7)
¿No temblará por esto la tierra, Y hará duelo todo aquél que habita en ella? Subirá toda ella como el Nilo, Se agitará Y disminuirá como el Nilo de Egipto. (Amós 8:8)
Y sucederá que en aquel día," declara el Señor DIOS, "Yo haré que el sol se ponga al mediodía Y que la tierra en pleno día se oscurezca. (Amós 8:9)
Entonces cambiaré sus fiestas en llanto Y todos sus cantos en lamento. Pondré cilicio sobre todo lomo Y calvicie sobre toda cabeza. Haré que sea como duelo por hijo único, Y su fin, como día de amargura.
Vienen días," declara el Señor DIOS, "en que enviaré hambre sobre la tierra, No hambre de pan, ni sed de agua, Sino de oír las palabras del SEÑOR. (Amós 8:11)
La gente vagará de mar a mar, Y del norte hasta el oriente; Andarán de aquí para allá en busca de la palabra del SEÑOR, Pero no la encontrarán. (Amós 8:12)
En aquel día las vírgenes hermosas Y los jóvenes desfallecerán de sed. (Amós 8:13)

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Amós 8:10 - Referencia Cruzada

Los que se acuestan en camas de marfil, Se tienden sobre sus lechos, Comen corderos del rebaño Y terneros de en medio del establo; (Amós 6:4)
Haré cesar también todo su regocijo, Sus fiestas, sus lunas nuevas, sus días de reposo, Y todas sus solemnidades. (Oseas 2:11)
Cuando llene su vientre, Dios enviará contra él el ardor de Su ira Y la hará llover sobre él mientras come. (Job 20:23)
Absalón ordenó a sus siervos y dijo: "Miren, cuando el corazón de Amnón esté alegre por el vino, y cuando yo les diga: 'Hieran a Amnón,' entonces mátenlo. No teman; ¿no se lo he mandado yo? Tengan ánimo y sean valientes." (2 Samuel 13:28)
Hija de mi pueblo, cíñete el cilicio Y revuélcate en ceniza. Haz duelo como por hijo único, Lamento de gran amargura, Porque de pronto el destructor Vendrá sobre nosotros. (Jeremías 6:26)
Entonces Abigail regresó a Nabal, y éste tenía un banquete en su casa, como el banquete de un rey. Y el corazón de Nabal estaba alegre, pues estaba muy ebrio, por lo cual ella no le comunicó nada hasta el amanecer. (1 Samuel 25:36)
Y te alegrarás en tu fiesta, tú, con tu hijo y tu hija, tu siervo y tu sierva, el Levita y el extranjero, el huérfano y la viuda que están en tus ciudades. (Deuteronomio 16:14)
Bebieron vino y alabaron a los dioses de oro y plata, de bronce, hierro, madera y piedra. (Daniel 5:4)
Harán oír su voz por ti Y gritarán amargamente. Echarán polvo sobre sus cabezas, Se revolcarán en ceniza. (Ezequiel 27:30)
Los cantos del palacio se convertirán en gemido en aquel día," declara el Señor DIOS. "Muchos serán los cadáveres; en todo lugar los echarán fuera en silencio." (Amós 8:3)
Y cuando se acercaba a la puerta de la ciudad, sacaban fuera a un muerto, hijo único de su madre, y ella era viuda; y un grupo numeroso de la ciudad estaba con ella. (Lucas 7:12)
Se ceñirán de cilicio y los cubrirá el terror; en todos los rostros habrá vergüenza y todas las cabezas estarán rapadas. (Ezequiel 7:18)
Apodérense de él tinieblas y densa oscuridad, Pósese sobre él una nube, Llénelo de terror la negrura del día. (Job 3:5)
Por eso aquel día, el Señor, DIOS de los ejércitos, los llamó a llanto y a lamento, A raparse la cabeza y a vestirse de cilicio. (Isaías 22:12)
Porque ellos, como espinos enmarañados, Y ebrios con su bebida, Serán consumidos como paja totalmente seca. (Nahúm 1:10)
Han subido al templo y a Dibón, a los lugares altos a llorar. Sobre Nebo y sobre Medeba gime Moab; En todas sus cabezas, calvicie; toda barba, rasurada. (Isaías 15:2)
Y derramaré sobre la casa de David y sobre los habitantes de Jerusalén, el Espíritu de gracia y de súplica, y Me mirarán a Mí, a quien han traspasado. Y se lamentarán por El, como quien se lamenta por un hijo único, y llorarán por El, como se llora por un primogénito. (Zacarías 12:10)
Porque toda cabeza está rapada y toda barba rasurada; en todas las manos hay sajaduras y sobre los lomos cilicio. (Jeremías 48:37)
Por esta razón mis lomos están llenos de angustia; Dolores se han apoderado de mí como dolores de mujer de parto. Estoy tan confundido que no oigo, tan aterrado que no veo. (Isaías 21:3)
Aparten de Mí el ruido de sus cánticos, Pues no escucharé ni siquiera la música de sus arpas. (Amós 5:23)