Nueva Biblia Latinoamericana
Como estrépito de carros Saltan sobre las cumbres de los montes, Como el crepitar de llama de fuego que consume la hojarasca, Como pueblo poderoso dispuesto para la batalla. (Joel 2:5)
Ante él tiemblan los pueblos, Palidecen todos los rostros. (Joel 2:6)
Como valientes corren, Como soldados escalan la muralla; Cada uno marcha por su camino, Y no se desvían de sus sendas. (Joel 2:7)
No se aprietan uno contra otro, Cada cual marcha por su calzada; Y cuando irrumpen por las defensas, No rompen las filas.
Se lanzan sobre la ciudad, Corren por la muralla, Suben a las casas, Entran por las ventanas como ladrones. (Joel 2:9)
Ante ellos tiembla la tierra, Se estremecen los cielos, El sol y la luna se oscurecen, Y las estrellas pierden su resplandor. (Joel 2:10)
El SEÑOR da Su voz delante de Su ejército, Porque es inmenso Su campamento, Porque poderoso es el que ejecuta Su palabra. Grande y terrible es en verdad el día del SEÑOR, ¿Y quién podrá soportarlo? (Joel 2:11)

Otras publicaciones relacionadas con "Joel 2:8":

Charles Spurgeon
Él resplandecerá tan seguramente como el sol
Artículo sobre la promesa del sol de justicia en relación a nuestra vida diaria, escrito por Charles Spurgeon.


Charles Spurgeon
La tierra será llena de la gloria del Señor
La tierra será llena de la gloria del Señor y todas las naciones conocerán a Jehová. La Palabra de Dios asegura que sucederá en el futuro.


Joel 2:8 - Referencia Cruzada

Tus renuevos son paraíso de granados, Con frutas escogidas, alheña y nardos, (Cantares 4:13)
Y colocó a todo el pueblo, cada hombre con su arma en la mano, desde el lado derecho de la casa hasta el lado izquierdo de la misma, junto al altar y junto a la casa, alrededor del rey. (2 Crónicas 23:10)
Los que reedificaban la muralla y los que llevaban cargas llevaban la carga en una mano trabajando en la obra, y en la otra empuñaban un arma. (Nehemías 4:17)
Ni yo, ni mis hermanos, ni mis criados, ni los hombres de la guardia que me seguían, ninguno de nosotros se quitó la ropa; cada uno llevaba su arma aun en el agua. (Nehemías 4:23)
Y Ezequías cobró ánimo y reedificó toda la muralla que había sido derribada y levantó torres en ella, edificó otra muralla exterior, fortificó el Milo en la ciudad de David, e hizo armas arrojadizas y escudos en gran cantidad. (2 Crónicas 32:5)
Pero si no escuchan, perecerán a espada, Y morirán sin conocimiento. (Job 36:12)
Libra su alma de la fosa Y su vida de pasar al Seol (región de los muertos). (Job 33:18)