Nueva Biblia Latinoamericana
Ciertamente nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiente. Y de su mano, oh rey, nos librará. (Daniel 3:17)
Pero si no lo hace, ha de saber, oh rey, que no serviremos a sus dioses ni adoraremos la estatua de oro que ha levantado." (Daniel 3:18)
Entonces Nabucodonosor se llenó de furor, y demudó su semblante contra Sadrac, Mesac y Abed Nego. Reaccionó ordenando que se calentara el horno siete veces más de lo que se acostumbraba calentar. (Daniel 3:19)
Y mandó que algunos valientes guerreros de su ejército ataran a Sadrac, Mesac y Abed Nego, y los echaran en el horno de fuego ardiente.
Entonces estos hombres fueron atados y arrojados con sus mantos, sus túnicas, sus gorros y sus otras ropas en el horno de fuego ardiente. (Daniel 3:21)
Como la orden (la palabra del rey) era apremiante (severa) y el horno había sido calentado excesivamente, la llama del fuego mató a los que habían alzado a Sadrac, Mesac y Abed Nego. (Daniel 3:22)
Pero estos tres hombres, Sadrac, Mesac y Abed Nego cayeron, atados, en medio del horno de fuego ardiente. (Daniel 3:23)

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Daniel 3:20 - Referencia Cruzada

Como a medianoche, Pablo y Silas oraban y cantaban himnos a Dios, y los presos los escuchaban. (Hechos 16:25)
¿Están dispuestos ahora, para que cuando oigan el sonido del cuerno, la flauta, la lira, el arpa, el salterio, la gaita y toda clase de música, se postren y adoren la estatua que he hecho? Porque si no la adoran, inmediatamente serán echados en un horno de fuego ardiente. ¿Y qué dios será el que los libre de mis manos?" (Daniel 3:15)
Habiéndolo arrestado, lo puso en la cárcel, entregándolo a cuatro grupos de soldados para que lo custodiaran, con la intención de llevarlo ante el pueblo después de la Pascua. (Hechos 12:4)
Después de darles muchos azotes, los echaron en la cárcel, ordenando al carcelero que los guardara con seguridad; (Hechos 16:23)