El es quien revela lo profundo y lo escondido. Conoce lo que está en tinieblas, Y la luz mora con El.
(Daniel 2:22)
A ti, Dios de mis padres, yo doy gracias y alabo, Porque me has dado sabiduría y poder, Y ahora me has revelado lo que Te habíamos pedido, Pues nos has dado a conocer el asunto del rey."
(Daniel 2:23)
Después fue Daniel adonde estaba Arioc, a quien el rey había designado para dar muerte a los sabios de Babilonia. Fue y le habló así: "No des muerte a los sabios de Babilonia. Llévame ante el rey, y declararé al rey la interpretación."
(Daniel 2:24)
Entonces Arioc se apresuró a llevar a Daniel ante el rey, y le dijo así: "He hallado a un hombre entre los deportados de Judá que dará a conocer al rey la interpretación."
El rey le preguntó a Daniel, a quien llamaban Beltsasar: "¿Eres tú capaz de darme a conocer el sueño que he visto y su interpretación?"
(Daniel 2:26)
Daniel respondió ante el rey, y dijo: "En cuanto al misterio que el rey quiere saber, no hay sabios, encantadores, magos (sacerdotes adivinos) ni adivinos que puedan declararlo al rey.
(Daniel 2:27)
Pero hay un Dios en el cielo que revela los misterios, y El ha dado a conocer al rey Nabucodonosor lo que sucederá al fin de los días. Su sueño y las visiones que usted ha tenido en su cama eran éstos:
(Daniel 2:28)
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Daniel 2:25 - Referencia Cruzada
Todo lo que tu mano halle para hacer, hazlo según tus fuerzas; porque no hay actividad ni propósito ni conocimiento ni sabiduría en el Seol (región de los muertos) adonde vas.
(Eclesiastés 9:10)
Sino que Dios ha escogido lo necio del mundo para avergonzar a los sabios; y Dios ha escogido lo débil del mundo para avergonzar a lo que es fuerte.
(1 Corintios 1:27)
Entre éstos estaban Daniel, Ananías, Misael y Azarías, de los hijos de Judá.
(Daniel 1:6)
Estos son los hijos de la provincia que subieron de la cautividad, aquéllos que Nabucodonosor, rey de Babilonia, había llevado cautivos y que volvieron a Jerusalén y a Judá, cada uno a su ciudad,
(Nehemías 7:6)
Entonces Daniel fue traído ante el rey. El rey preguntó a Daniel: "¿Eres tú aquél Daniel de los deportados de Judá, que el rey mi padre trajo de Judá?
(Daniel 5:13)
Entonces ellos respondieron: "Daniel, que es uno de los deportados de Judá, no le hace caso, oh rey, ni del mandato que usted firmó, sino que tres veces al día hace su oración."
(Daniel 6:13)
Libra a los que son llevados a la muerte, Y retén a los que van con pasos vacilantes a la matanza.
(Proverbios 24:11)