Nueva Biblia Latinoamericana
La mano del SEÑOR vino sobre mí, y me sacó en el Espíritu del SEÑOR, y me puso en medio del valle que estaba lleno de huesos. (Ezequiel 37:1)
El me hizo pasar en derredor de ellos, y vi que eran muchísimos sobre la superficie del valle; y estaban muy secos. (Ezequiel 37:2)
Y me preguntó: "Hijo de hombre, ¿vivirán estos huesos?" Y yo respondí: "Señor DIOS, Tú lo sabes." (Ezequiel 37:3)
Entonces me dijo: "Profetiza sobre estos huesos, y diles: 'Huesos secos, oigan la palabra del SEÑOR.'
Así dice el Señor DIOS a estos huesos: 'Voy a hacer que en ustedes entre espíritu, y vivirán. (Ezequiel 37:5)
Y pondré tendones sobre ustedes, haré crecer carne sobre ustedes, los cubriré de piel y pondré espíritu en ustedes, y vivirán; y sabrán que Yo soy el SEÑOR.'" (Ezequiel 37:6)
Profeticé, pues, como me fue mandado; y mientras yo profetizaba hubo un ruido, y luego un estremecimiento, y los huesos se juntaron cada hueso con su hueso. (Ezequiel 37:7)

Otras publicaciones relacionadas con "Ezequiel 37:4":

Dr. Roberto Miranda
Profetizar sobre los huesos secos
El pastor habla sobre el avivamiento que Dios está trayendo a la iglesia y a Israel y cómo podemos profetizar sobre los huesos secos y pedir al Espíritu Santo que sople vida sobre ellos.


Dr. Roberto Miranda
Convocad Asamblea
El autor habla sobre la importancia de buscar la llenura del Espíritu Santo en la iglesia en estos tiempos críticos de la humanidad y destaca la necesidad de arrepentimiento y entrega total a Dios para poder experimentar un avivamiento.


Dr. Roberto Miranda
El poder de la resurrección
El pastor habla sobre la importancia de buscar la presencia de Dios en nuestras vidas y clamar por su poder para renovar la iglesia y tener un impacto en la comunidad.


Ezequiel 37:4 - Referencia Cruzada

Sordos, oigan; Ciegos, miren y vean. (Isaías 42:18)
En verdad les digo que viene la hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y los que oigan vivirán. (Juan 5:25)
Tus muertos vivirán, Sus cadáveres se levantarán. ¡Moradores del polvo, despierten y den gritos de júbilo!, Porque tu rocío es como el rocío del alba, Y la tierra dará a luz a los espíritus. (Isaías 26:19)
No se queden asombrados de esto, porque viene la hora en que todos los que están en los sepulcros oirán Su voz, (Juan 5:28)
Y tú, hijo de hombre, profetiza a los montes de Israel, y di: 'Montes de Israel, oigan la palabra del SEÑOR. (Ezequiel 36:1)
¡Oh tierra, tierra, tierra!, Oye la palabra del SEÑOR. (Jeremías 22:29)
Entonces El me dijo: "Hijo de hombre, estos huesos son toda la casa de Israel. Ellos dicen: 'Nuestros huesos se han secado, y nuestra esperanza ha perecido. Estamos completamente destruidos.' (Ezequiel 37:11)
Oigan, montes, la acusación del SEÑOR, Y ustedes, perdurables cimientos de la tierra, Porque el SEÑOR tiene litigio contra Su pueblo, Y con Israel entablará juicio. (Miqueas 6:2)
Su madre dijo a los que servían: "Hagan todo lo que El les diga." (Juan 2:5)
Jesús les respondió: "En verdad les digo que si tienen fe y no dudan, no sólo harán lo de la higuera, sino que aun si dicen a este monte: 'Quítate y échate al mar,' así sucederá. (Mateo 21:21)
Toma la vara y reúne a la congregación, tú y tu hermano Aarón, y hablen a la peña a la vista de ellos, para que la peña dé su agua. Así sacarás para ellos agua de la peña, y beban la congregación y sus animales." (Números 20:8)
Y vino a mí la palabra del SEÑOR: (Ezequiel 37:15)
Y el hombre de Dios clamó contra el altar por palabra del SEÑOR, y dijo: "Oh altar, altar, así dice el SEÑOR: 'A la casa de David le nacerá un hijo, que se llamará Josías; y él sacrificará sobre ti a los sacerdotes de los lugares altos que queman incienso sobre ti, y sobre ti serán quemados huesos humanos.'" (1 Reyes 13:2)