¿Les parece poco comer en los buenos pastos, para que después hollen con sus pies el resto de sus pastos; o que beban de las aguas claras, para que después enturbien el resto con sus pies?
(Ezequiel 34:18)Y en cuanto a Mis ovejas, tienen que comer lo que ustedes han hollado con sus pies, y tienen que beber lo que ustedes han enturbiado con sus pies.'"
(Ezequiel 34:19)Por tanto, así les dice el Señor DIOS: "Yo mismo juzgaré entre la oveja engordada y la oveja flaca.
(Ezequiel 34:20)Por cuanto ustedes han empujado con el costado y con el hombro, y han embestido con sus cuernos a todas las débiles hasta dispersarlas fuera,
libraré Mis ovejas y ya no serán presa; juzgaré entre oveja y oveja.
(Ezequiel 34:22)Entonces pondré sobre ellas un solo pastor que las apacentará: Mi siervo David. El las apacentará y será su pastor.
(Ezequiel 34:23)Entonces Yo, el SEÑOR, seré su Dios, y Mi siervo David será príncipe en medio de ellas. Yo, el SEÑOR, he hablado.
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Ezequiel 34:21 - Referencia Cruzada
Pero el oficial de la sinagoga, indignado porque Jesús había sanado en día de reposo, reaccionó diciendo a la multitud: "Hay seis días en los cuales se debe trabajar; vengan, pues, en esos días y sean sanados, y no en día de reposo."
(Lucas 13:14)Porque Yo voy a levantar en la tierra un pastor que no se preocupará de la que perece, ni buscará a la descarriada, ni curará a la herida, ni sustentará a la fuerte, sino que comerá la carne de la engordada y arrancará sus pezuñas.
(Zacarías 11:16)Su majestad es como la del primogénito del toro, Y sus cuernos son los cuernos del búfalo. Con ellos empujará a los pueblos, Todos juntos, hasta los confines de la tierra. Tales son los diez millares de Efraín, Y tales los millares de Manasés."
(Deuteronomio 33:17)Los que las compran las matan y salen sin ser castigados, y el que las vende dice: '¡Bendito sea el SEÑOR, porque me he enriquecido!'; y ni sus propios pastores se compadecen de ellas.
(Zacarías 11:5)Comen la grasa, se han vestido con la lana, degüellan la oveja engordada, pero no apacientan el rebaño.
(Ezequiel 34:3)Alcé, pues, mis ojos y miré que un carnero estaba delante del río. Tenía dos cuernos, y los dos cuernos eran altos, pero uno era más alto que el otro, y el más alto creció el último.
(Daniel 8:3)