Vida plena - Apacentando la grey (Parte 2)

Faustino de Jesús Zamora Vargas¿Cómo apacentar al pueblo de Dios? El apóstol Pedro nos da la fórmula "…velando por él, no por obligación, sino voluntariamente como quiere Dios; no por la avaricia del dinero, sino con sincero deseo tampoco como teniendo señorío sobre los que les han sido confiados, sino demostrando ser ejemplos del rebaño."
. (1 Pedro 5.2-3).
De manera que el Señor nos demanda una misión bien clara cuando se trata de apacentar a su pueblo: hacerlo con amor; eso es lo que significa voluntariamente (1 Pedro 5.2) y es lo que Dios quiere. El sentimiento de obligación está desprovisto de pasión; alimentar al rebaño por puro compromiso jamás traerá bendición. El pastor que dio su vida por las ovejas, nuestro Señor Jesucristo, alerta con celo paternal a aquellos que tratan a Su rebaño con mezquindad y autoridad sombría y exhorta a ser ejemplo dentro del redil como corresponde a un verdadero apacentador. El Señor quiere que los que apacientan sean también veladores dentro de su pueblo, a sabiendas de que algunas ovejas podrán caer en algún muladar de este mundo y será necesario levantarlas, limpiarlas y amarlas.