Y ellos los consolarán cuando vean sus caminos y sus obras, y sabrán que no he hecho en vano lo que hice en ella," declara el Señor DIOS. (Ezequiel 14:23)

Entonces vino a mí la palabra del SEÑOR: (Ezequiel 15:1)

Hijo de hombre, ¿en qué es mejor la madera de la vid que cualquier otra rama de árbol que haya entre los árboles del bosque? (Ezequiel 15:2)

¿Se toma madera de ella para hacer alguna obra? ¿Se toma acaso una estaca de ella para colgar alguna vasija?

Si en el fuego se ha puesto para consumirla y el fuego ha consumido los dos extremos, también la parte de en medio ha sido quemada, ¿es aún útil para algo? (Ezequiel 15:4)

Si cuando estaba intacta, no se utilizaba para nada, ¡cuánto menos, cuando la haya consumido el fuego y esté quemada, se podrá hacer aún algo de ella! (Ezequiel 15:5)

Por tanto, así dice el Señor DIOS: 'Como la madera de la vid entre los árboles del bosque, que he entregado al fuego para consumirla, así he entregado Yo a los habitantes de Jerusalén. (Ezequiel 15:6)

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Dios quiere tu perfección
La meta del Espíritu Santo es llevarnos a la perfección y asemejarnos a Cristo. Dios nos trata y disciplina para hacernos más aptos para el servicio cristiano y prepararnos para ser buenos testigos. Debemos estar inquietos por cómo Dios nos está usando y cómo estamos contribuyendo al Reino de Dios. Cada cristiano tiene un llamado y un don, y debemos usarlos para el Reino de Dios. Dios espera que paguemos el precio de ser cristianos y que pasemos por el proceso de la crucifixión, la transformación y el trato de Dios. Si no damos fruto, Dios nos quitará. Debemos tener hambre y sed de Dios en nuestras vidas y ser un miembro fidedigno y honroso del Cuerpo de Jesucristo.

Todos necesitamos otra oportunidad
Mensaje sobre la parábola de la higuera estéril y cómo todos necesitamos una segunda oportunidad en la vida y cómo Dios es el dador de múltiples oportunidades.

Ezequiel 15:3 - Referencia Cruzada

Por tanto, buena es la sal, pero si aún la sal ha perdido su sabor, ¿con qué será sazonada? (Lucas 14:34)

Pero como a los higos malos que de podridos no se pueden comer,' así dice el SEÑOR, 'de la misma manera abandonaré a Sedequías, rey de Judá, a sus oficiales, al remanente de Jerusalén que queda en esta tierra y a los que habitan en la tierra de Egipto. (Jeremías 24:8)

La sal es buena; pero si la sal se vuelve insípida, ¿con qué la sazonarán? Tengan sal en ustedes y estén en paz los unos con los otros." (Marcus 9:50)

Ustedes son la sal de la tierra; pero si la sal se ha vuelto insípida, ¿con qué se hará salada otra vez? Ya no sirve para nada, sino para ser echada fuera y pisoteada por los hombres. (Mateo 5:13)