Entonces el Espíritu me levantó y me llevó a la puerta oriental de la casa del SEÑOR que mira al oriente. Y a la entrada de la puerta había veinticinco hombres, y entre ellos vi a Jaazanías, hijo de Azur, y a Pelatías, hijo de Benaía, jefes del pueblo.
(Ezequiel 11:1)Y Dios me dijo: "Hijo de hombre, estos son los hombres que traman iniquidad y dan malos consejos en esta ciudad,
(Ezequiel 11:2)los cuales dicen: '¿No está cerca el tiempo de edificar casas? Esta ciudad es la olla y nosotros la carne.'
(Ezequiel 11:3)Por tanto, profetiza contra ellos, profetiza, hijo de hombre."
Entonces el Espíritu del SEÑOR cayó sobre mí, y me ordenó que dijera: "Así dice el SEÑOR: 'Así han dicho ustedes, casa de Israel, Yo conozco sus pensamientos.
(Ezequiel 11:5)Han multiplicado sus muertos en esta ciudad, han llenado sus calles de muertos."
(Ezequiel 11:6)Por tanto, así dice el Señor DIOS: "Sus muertos, los que han dejado en medio de la ciudad, son la carne, y ella es la olla; pero Yo los sacaré de ella.
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Ezequiel 11:4 - Referencia Cruzada
Pon la trompeta a tu boca. Como un águila viene el enemigo contra la casa del SEÑOR, Porque han transgredido Mi pacto, Y se han rebelado contra Mi ley.
(Oseas 8:1)Clama a voz en cuello, no te detengas. Alza tu voz como trompeta, Declara a Mi pueblo su transgresión Y a la casa de Jacob sus pecados.
(Isaías 58:1)Abrí, pues, mi boca, y El me dio a comer el rollo.
(Ezequiel 3:2)Hijo de hombre, te he puesto por centinela de la casa de Israel. Cuando oigas la palabra de Mi boca, adviérteles de Mi parte.
(Ezequiel 3:17)Hijo de hombre, pon tu rostro hacia Teman y habla contra el sur, profetiza contra el bosque del Neguev (región del sur),
(Ezequiel 20:46)Hijo de hombre, pon tu rostro hacia Jerusalén y habla contra los santuarios, profetiza contra la tierra de Israel,
(Ezequiel 21:2)Por tanto los he despedazado por medio de los profetas, Los he matado con las palabras de Mi boca; Los juicios sobre ti son como la luz que sale.
(Oseas 6:5)Hijo de hombre, pon tu rostro hacia los Amonitas, y profetiza contra ellos.
(Ezequiel 25:2)