Nueva Biblia Latinoamericana
Pero desde que dejamos de quemar sacrificios a la reina del cielo y de derramarle libaciones, carecemos de todo, y por la espada y por el hambre hemos sido acabados." (Jeremías 44:18)
Y las mujeres dijeron: "Cuando nosotras quemábamos sacrificios a la reina del cielo y le derramábamos libaciones, ¿acaso no sabían nuestros maridos que le hacíamos tortas con su imagen y le derramábamos libaciones?" (Jeremías 44:19)
Entonces Jeremías habló a todo el pueblo, a hombres y a mujeres, a todo el pueblo que así le respondía: (Jeremías 44:20)
En cuanto a los sacrificios que han quemado en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén, ustedes y sus padres, sus reyes y sus príncipes y el pueblo de la tierra, ¿no se ha acordado el SEÑOR de ellos, y no ha venido esto a Su mente?
El SEÑOR no pudo soportar más, a causa de la maldad de las obras de ustedes y a causa de las abominaciones que habían cometido. Por eso su tierra fue convertida en ruinas, en objeto de horror y maldición, sin habitantes, como está hoy. (Jeremías 44:22)
Porque ustedes quemaron sacrificios y pecaron contra el SEÑOR y no obedecieron la voz del SEÑOR ni anduvieron en Su ley, ni en Sus estatutos, ni en Sus testimonios, por tanto, les ha sobrevenido esta calamidad, como sucede hoy." (Jeremías 44:23)
Entonces Jeremías dijo a todo el pueblo y a todas las mujeres: "Oigan la palabra del SEÑOR, todo Judá, los que están en la tierra de Egipto: (Jeremías 44:24)

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Jeremías 44:21 - Referencia Cruzada

Pero fue para los Judíos como adivinación falsa a sus ojos, pues habían hecho juramentos solemnes. Pero él les hará recordar su iniquidad y serán apresados. (Ezequiel 21:23)
Porque según el número de tus ciudades son tus dioses, oh Judá, y según el número de las calles de Jerusalén, son los altares que has levantado a lo vergonzoso, altares para quemar incienso a Baal. (Jeremías 11:13)
¿Han olvidado las maldades de sus padres, las maldades de los reyes de Judá y las maldades de sus mujeres, las propias maldades de ustedes y las maldades de sus mujeres, que cometieron en la tierra de Judá y en las calles de Jerusalén? (Jeremías 44:9)
Ve ahora, y ataca a Amalec, y destruye por completo todo lo que tiene, y no te apiades de él; antes bien, da muerte tanto a hombres como a mujeres, a niños como a niños de pecho, a bueyes como a ovejas, a camellos como a asnos.'" (1 Samuel 15:3)
Entré, pues, y miré; y vi grabados en el muro, por todo alrededor, toda clase de reptiles y bestias y cosas abominables, y todos los ídolos de la casa de Israel. (Ezequiel 8:10)
Porque sus pecados se han amontonado hasta el cielo, y Dios se ha acordado de sus iniquidades. (Apocalipsis 18:5)
No recuerdes contra nosotros las iniquidades de nuestros antepasados; Venga pronto a nuestro encuentro Tu compasión, Porque estamos muy abatidos. (Salmos 79:8)
sino que ciertamente cumpliremos toda palabra que ha salido de nuestra boca, y quemaremos sacrificios a la reina del cielo, derramándole libaciones, como hacíamos nosotros, nuestros padres, nuestros reyes y nuestros príncipes en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén. Entonces teníamos bastante alimento, prosperábamos y no veíamos mal alguno. (Jeremías 44:17)
Así dice el SEÑOR de este pueblo: "¡Cómo les ha gustado vagar! No han refrenado sus pies. El SEÑOR, pues, no los acepta; ahora se acordará El de su iniquidad y castigará sus pecados." (Jeremías 14:10)
No Te enojes en exceso, oh SEÑOR, Ni para siempre Te acuerdes de la iniquidad. Mira, Te rogamos, todos nosotros somos Tu pueblo. (Isaías 64:9)
La gran ciudad quedó dividida en tres partes, y las ciudades de las naciones cayeron. Y la gran Babilonia fue recordada delante de Dios para darle la copa del vino del furor de Su ira. (Apocalipsis 16:19)
El SEÑOR ha jurado por el orgullo de Jacob: "Ciertamente, nunca me olvidaré de ninguna de sus obras. (Amós 8:7)
te edificaste un santuario y te hiciste un lugar alto en todas las plazas. (Ezequiel 16:24)
Y ellos no consideran en su corazón Que Yo recuerdo toda su maldad. Ahora les rodean sus hechos, Ante Mi rostro están. (Oseas 7:2)
Y ella le dijo a Elías: "¿Qué tengo que ver contigo, oh hombre de Dios? ¡Has venido para traer a memoria mis iniquidades y hacer morir a mi hijo!" (1 Reyes 17:18)