Nueva Biblia Latinoamericana
Y en el año quinto de Joacim, hijo de Josías, rey de Judá, en el mes noveno, todo el pueblo en Jerusalén y todo el pueblo que vino de las ciudades de Judá a Jerusalén proclamaron ayuno delante del SEÑOR. (Jeremías 36:9)
Baruc leyó en el libro las palabras de Jeremías a oídos de todo el pueblo en la casa del SEÑOR, en la cámara de Gemarías, hijo del escriba Safán, en el atrio superior, a la entrada de la Puerta Nueva de la casa del SEÑOR. (Jeremías 36:10)
Al oír Micaías, hijo de Gemarías, hijo de Safán, todas las palabras del SEÑOR que estaban en el libro, (Jeremías 36:11)
descendió a la casa del rey, a la cámara del escriba. Y estaban sentados allí todos los oficiales: el escriba Elisama, Delaía, hijo de Semaías, Elnatán, hijo de Acbor, Gemarías, hijo de Safán, Sedequías, hijo de Ananías, y todos los demás oficiales.
Micaías les declaró todas las palabras que había oído cuando Baruc leyó en el libro a oídos del pueblo. (Jeremías 36:13)
Entonces todos los oficiales enviaron a Jehudí, hijo de Netanías, hijo de Selemías, hijo de Cusi, a decir a Baruc: "Toma en tu mano el rollo en el que has leído a oídos del pueblo y ven." Y Baruc, hijo de Nerías, tomó el rollo en su mano y fue a ellos. (Jeremías 36:14)
Y le dijeron: "Siéntate ahora, y léenoslo." Y Baruc se lo leyó. (Jeremías 36:15)

Otras publicaciones relacionadas con "Jeremías 36:12":

Dr. Roberto Miranda
De la crisis a la bendición
El autor, Dr. Roberto Miranda, habla sobre cómo el capítulo 20 de Segundo de Crónicas de la Biblia puede ser un modelo para la vida cristiana en tiempos de crisis. Josafat y el pueblo de Judá buscaron a Dios a través de la oración y el ayuno en medio de una crisis nacional y fueron bendecidos con la victoria a través de la fe y la adoración. El artículo también menciona cómo la palabra Beraca se utiliza para describir un negocio cristiano en México y cómo la misma trayectoria de la crisis a la bendición puede ser nuestra si confiamos en Dios.


Dr. Roberto Miranda
Cuando Dios da una Palabra se cumplirá en todos los sentidos
Artículo sobre la importancia de creer en las palabras proféticas de Dios y cómo estas se cumplen, incluso en momentos de incredulidad y sufrimiento espiritual. Se habla de un gran mover profético que traerá una cosecha de almas y bendición a las naciones, y cómo la Palabra de la Iglesia será un poderoso rompe cercos del enemigo.


Jeremías 36:12 - Referencia Cruzada

En el mismo año, al comienzo del reinado de Sedequías, rey de Judá, en el año cuarto, en el mes quinto, el profeta Hananías, hijo de Azur, que era de Gabaón, me dijo en la casa del SEÑOR en presencia de los sacerdotes y de todo el pueblo: (Jeremías 28:1)
Entonces el rey ordenó al sacerdote Hilcías, a Ahicam, hijo de Safán, a Acbor, hijo de Micaías, al escriba Safán y a Asaías, siervo del rey: (2 Reyes 22:12)
Y aunque Elnatán y Delaía y Gemarías rogaron al rey que no quemara el rollo, él no les hizo caso. (Jeremías 36:25)
Joaquín tenía dieciocho años cuando comenzó a reinar, y reinó tres meses en Jerusalén. El nombre de su madre era Nehusta, hija de Elnatán, de Jerusalén. (2 Reyes 24:8)
Entonces el sacerdote Hilcías, y Ahicam, Acbor, Safán y Asaías fueron a la profetisa Hulda, mujer de Salum, hijo de Ticva, hijo de Harhas, encargado del vestuario. Ella habitaba en Jerusalén en el segundo sector, y hablaron con ella. (2 Reyes 22:14)
Baruc leyó en el libro las palabras de Jeremías a oídos de todo el pueblo en la casa del SEÑOR, en la cámara de Gemarías, hijo del escriba Safán, en el atrio superior, a la entrada de la Puerta Nueva de la casa del SEÑOR. (Jeremías 36:10)
En el mes séptimo fue Ismael, hijo de Netanías, hijo de Elisama, de la familia real, y uno de los oficiales principales del rey, junto con diez hombres, adonde estaba Gedalías, hijo de Ahicam, en Mizpa. Y mientras comían juntos allí en Mizpa, (Jeremías 41:1)
Y en el año dieciocho del rey Josías, el rey envió al escriba Safán, hijo de Azalía, de Mesulam, a la casa del SEÑOR, diciéndole: (2 Reyes 22:3)
Después de haber depositado el rollo en la cámara del escriba Elisama, los oficiales entraron al atrio donde estaba el rey, y contaron a oídos del rey todas las palabras. (Jeremías 36:20)
Entonces el rey Joacim envió hombres a Egipto: a Elnatán, hijo de Acbor, y a otros hombres con él, a Egipto. (Jeremías 26:22)