Nueva Biblia Latinoamericana
Tú me has dicho, oh Señor DIOS: "Cómprate el campo con dinero, y llama testigos"; aunque la ciudad sea entregada en manos de los Caldeos.'" (Jeremías 32:25)
Entonces vino palabra del SEÑOR a Jeremías: (Jeremías 32:26)
Yo soy el SEÑOR, el Dios de toda carne, ¿habrá algo imposible para Mí?" (Jeremías 32:27)
Por tanto, así dice el SEÑOR: "Voy a entregar esta ciudad en mano de los Caldeos y en mano de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y él la tomará.
Los Caldeos que atacan esta ciudad entrarán y prenderán fuego a la ciudad y la quemarán, junto con las casas en las que han ofrecido incienso a Baal sobre sus terrazas y han derramado libaciones a otros dioses para provocarme a ira. (Jeremías 32:29)
Porque los Israelitas y los hijos de Judá sólo han hecho lo malo ante Mis ojos desde su juventud. Ciertamente los Israelitas no han hecho más que provocarme a ira con la obra de sus manos," declara el SEÑOR. (Jeremías 32:30)
Porque motivo de Mi ira y de Mi furor ha sido esta ciudad para Mí, desde el día en que la edificaron hasta hoy, de modo que será quitada de Mi presencia (Jeremías 32:31)

Otras publicaciones relacionadas con "Jeremías 32:28":

Dr. Roberto Miranda
Jeremías 29
Reflexión sobre la carta que Dios envía a los judíos exiliados en Babilonia en Jeremías 29, y cómo podemos aplicar sus enseñanzas a nuestra vida cristiana.


Dr. Roberto Miranda
Cuando Dios da una Palabra se cumplirá en todos los sentidos
Artículo sobre la importancia de creer en las palabras proféticas de Dios y cómo estas se cumplen, incluso en momentos de incredulidad y sufrimiento espiritual. Se habla de un gran mover profético que traerá una cosecha de almas y bendición a las naciones, y cómo la Palabra de la Iglesia será un poderoso rompe cercos del enemigo.


Jeremías 32:28 - Referencia Cruzada

Los terraplenes de asalto han llegado a la ciudad para tomarla. La ciudad va a ser entregada en manos de los Caldeos que pelean contra ella, por causa de la espada, el hambre y la pestilencia. Lo que habías hablado ha venido a ser, y Tú lo estás viendo. (Jeremías 32:24)
Ahora pues, así dice el SEÑOR, Dios de Israel, en cuanto a esta ciudad de la cual ustedes dicen: 'Va a ser entregada en mano del rey de Babilonia por la espada, por el hambre y por la pestilencia.' (Jeremías 32:36)
También entregaré toda la riqueza de esta ciudad, todos sus productos y todas las cosas de gran valor, aun todos los tesoros de los reyes de Judá, los entregaré en manos de sus enemigos, que los saquearán, los tomarán y se los llevarán a Babilonia. (Jeremías 20:5)
porque Sedequías, rey de Judá, lo había encerrado, diciéndole: "¿Por qué profetizas: 'Así dice el SEÑOR: "Voy a entregar esta ciudad en manos del rey de Babilonia, y él la tomará; (Jeremías 32:3)
Entonces Dios hizo subir contra ellos al rey de los Caldeos, que mató a espada a sus jóvenes en la casa de su santuario, y no tuvo compasión del joven ni de la virgen, del viejo ni del débil; a todos ellos los entregó en su mano. (2 Crónicas 36:17)
Y haré nulo el consejo de Judá y de Jerusalén en este lugar, y los haré caer a espada delante de sus enemigos y a mano de los que buscan su vida, y entregaré sus cadáveres por alimento a las aves del cielo y a las bestias de la tierra. (Jeremías 19:7)