Vivo Yo," declara el SEÑOR, "aunque Conías, hijo de Joacim, rey de Judá, fuera un anillo en Mi mano derecha, aun de allí lo arrancaría.
(Jeremías 22:24)Te entregaré en manos de los que buscan tu vida, sí, en manos de los que temes: en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y en manos de los Caldeos.
(Jeremías 22:25)Te arrojaré a ti y a la madre que te dio a luz a otro país donde no nacieron, y allí morirán.
(Jeremías 22:26)Pero a la tierra a la cual con toda el alma anhelan volver, a ella no volverán.
¿Es acaso este hombre Conías una vasija despreciada y rota? ¿Es un objeto indeseable? ¿Por qué han sido arrojados él y sus descendientes Y echados a una tierra que no conocían?
(Jeremías 22:28)¡Oh tierra, tierra, tierra!, Oye la palabra del SEÑOR.
(Jeremías 22:29)Así dice el SEÑOR: 'Inscriban a este hombre como sin hijos, Hombre que no prosperará en sus días; Porque ninguno de sus descendientes logrará Sentarse sobre el trono de David Ni gobernar de nuevo en Judá.'"
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Jeremías 22:27 - Referencia Cruzada
Y en el año treinta y siete del destierro de Joaquín, rey de Judá, en el mes doce, a los veinticinco días del mes, Evil Merodac, rey de Babilonia, en el año primero de su reino, favoreció a Joaquín, rey de Judá, y lo sacó de la cárcel.
(Jeremías 52:31)Alegra el alma de Tu siervo, Porque a Ti, oh Señor, elevo mi alma.
(Salmos 86:4)En el año treinta y siete del cautiverio de Joaquín, rey de Judá, en el mes duodécimo, a los veintisiete días del mes, Evil Merodac, rey de Babilonia, en el año en que comenzó a reinar, sacó de la prisión a Joaquín, rey de Judá;
(2 Reyes 25:27)Porque así dice el SEÑOR acerca de Salum (Joacaz), hijo de Josías, rey de Judá, que reinó en lugar de su padre Josías, y que salió de este lugar: "Nunca más volverá aquí;
(Jeremías 22:11)Así que no quedará quien escape ni quien sobreviva del remanente de Judá que ha entrado en la tierra de Egipto para residir allí, para luego volver a la tierra de Judá a la cual anhelan volver a fin de morar allí, porque ninguno volverá, excepto unos pocos fugitivos.'"
(Jeremías 44:14)