Nueva Biblia Latinoamericana
Así dice el SEÑOR: "Desciende a la casa del rey de Judá y habla allí esta palabra: (Jeremías 22:1)
Escucha la palabra del SEÑOR, oh rey de Judá, que te sientas sobre el trono de David, tú, tus siervos y tu pueblo que entran por estas puertas. (Jeremías 22:2)
Así dice el SEÑOR: "Practiquen el derecho y la justicia, y liberen al despojado de manos de su opresor. Tampoco maltraten ni hagan violencia al extranjero, al huérfano o a la viuda, ni derramen sangre inocente en este lugar. (Jeremías 22:3)
Porque si en verdad observan este mandato, entonces entrarán reyes por las puertas de esta casa, y se sentarán en el lugar de David, en su trono. Entrarán montados en carros y caballos, el rey, sus siervos y su pueblo.
Pero si no obedecen estas palabras, juro por mí mismo," declara el SEÑOR, "que esta casa vendrá a ser una desolación."'" (Jeremías 22:5)
Porque así dice el SEÑOR acerca de la casa del rey de Judá: "Eres como Galaad para Mí, Como la cumbre del Líbano; Pero ciertamente te convertiré en un desierto, Como ciudades deshabitadas. (Jeremías 22:6)
Designaré contra ti destructores, Cada uno con sus armas, Y cortarán tus cedros más selectos Y los echarán al fuego. (Jeremías 22:7)

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Jeremías 22:4 - Referencia Cruzada

entonces entrarán por las puertas de esta ciudad reyes y príncipes que se sienten sobre el trono de David; vendrán montados en carros y caballos, ellos y sus príncipes, los hombres de Judá y los habitantes de Jerusalén; y esta ciudad será habitada para siempre. (Jeremías 17:25)