De luto está Judá, Y sus puertas desfallecen, Están por tierra enlutadas, Y sube el clamor de Jerusalén.
(Jeremías 14:2)Sus nobles enviaban a sus siervos por agua; Iban a las cisternas y no hallaban agua; Volvían con sus vasijas vacías. Quedaron avergonzados y humillados, Y se cubrieron la cabeza.
(Jeremías 14:3)El suelo está agrietado, Pues no ha habido lluvia sobre la tierra; Los labradores, avergonzados, Se han cubierto la cabeza.
(Jeremías 14:4)Porque aun la cierva en el campo ha parido, pero abandona su cría Porque no hay hierba.
Los asnos monteses se paran en las alturas desoladas, Jadeando por aire como chacales; Desfallecen sus ojos Porque no hay vegetación.
(Jeremías 14:6)Aunque nuestras iniquidades testifican contra nosotros, Oh SEÑOR, obra por amor de Tu nombre. En verdad han sido muchas nuestras apostasías, Contra Ti hemos pecado.
(Jeremías 14:7)Tú, esperanza de Israel, Salvador suyo en tiempo de angustia, ¿Por qué has de ser como extranjero en la tierra, O como caminante que ha plantado su tienda para pasar la noche?
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Jeremías 14:5 - Referencia Cruzada
La voz del SEÑOR hace parir a las ciervas Y deja los bosques desnudos, Y en Su templo todo dice: "¡Gloria!"
(Salmos 29:9)Porque las aguas de Nimrim se han agotado, Ciertamente la hierba está seca, la hierba tierna ha muerto, No hay nada verde.
(Isaías 15:6)¿Conoces tú el tiempo en que paren las cabras monteses? ¿Has observado el parto de las ciervas?
(Job 39:1)