Pero ellos a una son torpes y necios En su enseñanza de vanidades, pues su ídolo es un leño.
(Jeremías 10:8)
Plata laminada es traída de Tarsis Y oro de Ufaz. Ese ídolo es obra de un artífice y de las manos de un orfebre; Su vestido es de violeta y púrpura; Todo ello obra de peritos.
(Jeremías 10:9)
Pero el SEÑOR es el Dios verdadero; El es el Dios vivo y el Rey eterno. Ante Su enojo tiembla la tierra, Y las naciones son impotentes ante Su indignación.
(Jeremías 10:10)
Así les dirán: "Los dioses que no hicieron los cielos ni la tierra, perecerán de la tierra y de debajo de los cielos."
El es el que hizo la tierra con Su poder, El que estableció el mundo con Su sabiduría, Y con Su inteligencia extendió los cielos.
(Jeremías 10:12)
Cuando El emite Su voz, hay estruendo de aguas en los cielos; El hace subir las nubes desde los extremos de la tierra, Hace los relámpagos para la lluvia Y saca el viento de sus depósitos.
(Jeremías 10:13)
Todo hombre es torpe, falto de conocimiento; Todo orfebre se avergüenza de su ídolo; Porque engañosas son sus imágenes fundidas, Y no hay aliento en ellas.
(Jeremías 10:14)
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Jeremías 10:11 - Referencia Cruzada
Vanidad son, obra ridícula; En el tiempo de su castigo perecerán.
(Jeremías 51:18)
Y los ídolos desaparecerán por completo.
(Isaías 2:18)
Terrible será el SEÑOR contra ellos, porque debilitará a todos los dioses de la tierra; y se inclinarán a El todas las costas de las naciones cada una desde su lugar.
(Sofonías 2:11)
Vanidad son, obra ridícula, En el tiempo de su castigo perecerán.
(Jeremías 10:15)
Porque todos los dioses de los pueblos son ídolos, Pero el SEÑOR hizo los cielos.
(Salmos 96:5)
Los perseguirás con ira y los destruirás De debajo de los cielos del SEÑOR.
(Lamentaciones 3:66)
Y sucederá en aquel día," declara el SEÑOR de los ejércitos, "que eliminaré de la tierra los nombres de los ídolos, y nunca más serán recordados; también Yo quitaré de la tierra a los profetas y al espíritu inmundo.
(Zacarías 13:2)
El ángel prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el Diablo y Satanás, y lo ató por mil años.
(Apocalipsis 20:2)