Entonces verán las naciones tu justicia, Y todos los reyes tu gloria, Y te llamarán con un nombre nuevo, Que la boca del SEÑOR determinará.
(Isaías 62:2)Serás también corona de hermosura en la mano del SEÑOR, Y diadema real en la palma de tu Dios.
(Isaías 62:3)Nunca más se dirá de ti: "Abandonada," Ni de tu tierra se dirá jamás: "Desolada;" Sino que se te llamará: "Mi deleite está en ella," Y a tu tierra: "Prometida." Porque en ti se deleita el SEÑOR, Y tu tierra tendrá esposo.
(Isaías 62:4)Porque como el joven se desposa con una virgen, Se desposarán contigo tus hijos; Y como se regocija el esposo por la esposa, Tu Dios se regocijará por ti.
Sobre tus murallas, oh Jerusalén, he colocado centinelas; En todo el día y en toda la noche jamás callarán. Ustedes que hacen que el SEÑOR recuerde, no se den descanso,
(Isaías 62:6)Ni Le concedan descanso hasta que la restablezca, Hasta que haga de Jerusalén una alabanza en la tierra.
(Isaías 62:7)El SEÑOR ha jurado por Su diestra y por Su fuerte brazo: "Nunca más daré tu grano por alimento a tus enemigos, Ni hijos de extranjeros beberán tu vino nuevo por el que trabajaste."
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Isaías 62:5 - Referencia Cruzada
Entonces el Rey deseará tu hermosura; Inclínate ante El, porque El es tu señor.
(Salmos 45:11)Me regocijaré en ellos haciéndoles bien, y ciertamente los plantaré en esta tierra, con todo Mi corazón y con toda Mi alma.
(Jeremías 32:41)Levanta en derredor tus ojos y mira: Todos ellos se reúnen, vienen a ti. "Vivo Yo," declara el SEÑOR "Que a todos ellos como joyas te los pondrás, y te adornarás con ellos como una novia.
(Isaías 49:18)Me regocijaré por Jerusalén y Me gozaré por Mi pueblo. No se oirá más en ella Voz de lloro ni voz de clamor.
(Isaías 65:19)puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, quien por el gozo puesto delante de El soportó la cruz, despreciando la vergüenza, y se ha sentado a la diestra del trono de Dios.
(Hebreos 12:2)Nunca más se dirá de ti: "Abandonada," Ni de tu tierra se dirá jamás: "Desolada;" Sino que se te llamará: "Mi deleite está en ella," Y a tu tierra: "Prometida." Porque en ti se deleita el SEÑOR, Y tu tierra tendrá esposo.
(Isaías 62:4)