Nueva Biblia Latinoamericana
Del norte levanté a uno, y ha venido. Del nacimiento del sol invocará Mi nombre, Y vendrá sobre los gobernantes, como sobre lodo, Como el alfarero pisotea el barro." (Isaías 41:25)
¿Quién lo anunció desde el principio, para que supiéramos, O desde tiempos antiguos, para que dijéramos: "Tiene razón?" Ciertamente no había quien lo anunciara, Sí, no había quien lo proclamara, Ciertamente no había quien oyera sus palabras. (Isaías 41:26)
Dije primero a Sion: 'Mira, aquí están,' Y a Jerusalén: 'Les daré un mensajero de buenas nuevas.' (Isaías 41:27)
Pero cuando miro, no hay nadie, Y entre ellos no hay consejeros A quienes, si les pregunto, puedan responder.
Pues todos ellos son falsos; Sus obras inútiles, Viento y vacuidad sus imágenes fundidas. (Isaías 41:29)
Este es Mi Siervo, a quien Yo sostengo, Mi escogido, en quien Mi alma se complace. He puesto Mi Espíritu sobre El; El traerá justicia a las naciones. (Isaías 42:1)
No clamará ni alzará Su voz, Ni hará oír Su voz en la calle. (Isaías 42:2)

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Isaías 41:28 - Referencia Cruzada

Entonces vinieron los magos (sacerdotes adivinos), los encantadores, los Caldeos (astrólogos) y los adivinos y les conté el sueño. Pero no pudieron darme su interpretación. (Daniel 4:7)
Miré, y no había quien ayudara, Me asombré de que no hubiera quien apoyara. Entonces Mi propio brazo obtuvo salvación por Mí, Y fue Mi propio furor el que Me sostuvo. (Isaías 63:5)
Los Caldeos respondieron al rey: "No hay hombre sobre la tierra que pueda declarar el asunto al rey, puesto que ningún gran rey o gobernante jamás ha pedido cosa semejante a ningún mago (sacerdote adivino), encantador o Caldeo. (Daniel 2:10)
¿Quién guió al Espíritu del SEÑOR, O como consejero suyo Le enseñó? (Isaías 40:13)
¿Por qué cuando vine no había nadie, Y cuando llamé no había quien respondiera? ¿Acaso es tan corta Mi mano que no puede rescatar, O no tengo poder para librar? Con Mi reprensión seco el mar, Convierto los ríos en desierto. Sus peces huelen mal por falta de agua, Mueren de sed. (Isaías 50:2)
Entonces entraron todos los sabios del rey, pero no pudieron leer la inscripción ni dar a conocer al rey su interpretación. (Daniel 5:8)
Vio que no había nadie, Y se asombró de que no hubiera quien intercediera. Entonces Su brazo Le trajo salvación, Y Su justicia Lo sostuvo. (Isaías 59:16)