Te ruego, oh SEÑOR, que Te acuerdes ahora de cómo yo he andado delante de Ti en verdad y con corazón íntegro, y he hecho lo bueno ante Tus ojos." Y Ezequías lloró amargamente.
(Isaías 38:3)Entonces la palabra del SEÑOR vino a Isaías:
(Isaías 38:4)Ve y dile a Ezequías: 'Así dice el SEÑOR, Dios de tu padre David: "He escuchado tu oración y he visto tus lágrimas; voy a añadir quince años a tus días.
(Isaías 38:5)Y te libraré a ti y a esta ciudad de la mano del rey de Asiria, y defenderé esta ciudad."'"
Esta será para ti la señal del SEÑOR, de que el SEÑOR hará lo que ha dicho:
(Isaías 38:7)Haré que la sombra que ha descendido con el sol en las gradas de Acaz, vuelva atrás diez grados." Y la sombra del sol retrocedió diez grados en las gradas por las que había descendido.
(Isaías 38:8)Este es el escrito de Ezequías, rey de Judá, cuando enfermó y sanó de su enfermedad:
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Isaías 38:6 - Referencia Cruzada
Clama y grita de júbilo, habitante de Sion, Porque grande es en medio de ti el Santo de Israel.
(Isaías 12:6)Pero el Señor estuvo conmigo y me fortaleció, a fin de que por mí se cumpliera cabalmente la proclamación del mensaje y que todos los Gentiles oyeran. Y fui librado de la boca del león.
(2 Timoteo 4:17)Porque así me dice el SEÑOR: "Tal como gruñe el león o el leoncillo sobre su presa, Contra el que se reúne una multitud de pastores, Pero que no se atemoriza de sus voces ni se acobarda por su multitud, Así descenderá el SEÑOR de los ejércitos para combatir sobre el Monte Sion y sobre su colina."
(Isaías 31:4)Así salvó el SEÑOR a Ezequías y a los habitantes de Jerusalén de mano de Senaquerib, rey de Asiria, y de mano de todos los demás, y los guió por todas partes.
(2 Crónicas 32:22)Porque defenderé esta ciudad para salvarla por amor a Mí mismo y por amor a Mi siervo David.'"
(Isaías 37:35)