Nueva Biblia Latinoamericana
Por mano de tus siervos has injuriado al Señor, Y has dicho: 'Con mis numerosos carros Yo subí a las cumbres de los montes, A las partes más lejanas del Líbano, Y corté sus altos cedros y sus mejores cipreses. Iré a su más alta cima, a su más frondoso bosque. (Isaías 37:24)
Yo cavé pozos y bebí aguas, Y sequé con la planta de mis pies Todos los ríos de Egipto.' (Isaías 37:25)
¿No has oído? Hace mucho tiempo que lo hice, Desde la antigüedad lo había planeado. Ahora he hecho que suceda, Para que conviertas las ciudades fortificadas En montones de ruinas. (Isaías 37:26)
Sus habitantes, faltos de fuerzas, Fueron desalentados y humillados. Vinieron a ser como la vegetación del campo Y como la hierba verde, Como la hierba en los techos que se quema Antes de que haya crecido.
Pero conozco tu sentarte, Tu salir y tu entrar, Y tu furor contra Mí. (Isaías 37:28)
A causa de tu furor contra Mí, Y porque tu arrogancia ha subido hasta Mis oídos, Pondré, pues, Mi garfio en tu nariz Y Mi freno en tu boca, Y te haré volver por el camino por donde viniste. (Isaías 37:29)
Entonces ésta será la señal para ti, Ezequías: Este año ustedes comerán lo que crezca espontáneamente; el segundo año lo que nazca de por sí, y en el tercer año siembren, sieguen, planten viñas y coman su fruto. (Isaías 37:30)

Otras publicaciones relacionadas con "Isaías 37:27":

Fabiana Manzewitsch
La obra extraña del Señor
En este artículo se habla sobre la obra extraña de Dios y cómo Él puede llevarnos a situaciones incómodas para obrar en nosotros. Se destacan dos pasajes bíblicos donde se enfatiza la importancia de la adoración y la sensibilidad a los vientos del Espíritu. El predicador anima a la congregación a buscar la presencia de Dios y estar atentos a Sus nuevas estrategias.


Charles Spurgeon
Los consuelos del Señor
Artículo sobre la promesa de Dios de tener misericordia para con los afligidos y la importancia de adorarle con corazones creyentes.


Isaías 37:27 - Referencia Cruzada

Una voz dijo: "Clama." Entonces él respondió: "¿Qué he de clamar?" Que toda carne (todo ser viviente) es como la hierba, y todo su esplendor es como la flor del campo. (Isaías 40:6)
Suban por entre sus hileras de vides y destruyan, Pero no hagan destrucción total; Arranquen sus sarmientos, Pues no son del SEÑOR; (Jeremías 5:10)
En aquel día los Egipcios serán como las mujeres, y temblarán y estarán aterrados ante la mano alzada que el SEÑOR de los ejércitos agitará contra ellos. (Isaías 19:16)
Pues aunque ustedes hubieran derrotado a todo el ejército de los Caldeos que peleaba contra ustedes, y sólo quedaran heridos entre ellos, se levantaría cada uno en su tienda, y prenderían fuego a esta ciudad.'" (Jeremías 37:10)
El hombre, como la hierba son sus días; Como la flor del campo, así florece; (Salmos 103:15)
Sus habitantes, faltos de fuerzas, Fueron desalentados y humillados; Vinieron a ser como la vegetación del campo Y como la hierba verde, Como la hierba en los techos que se quema Antes de que haya crecido. (2 Reyes 19:26)
Porque como la hierba pronto se secarán Y se marchitarán como la hierba verde. (Salmos 37:2)
Que cuando los impíos brotaron como la hierba, Y florecieron todos los que hacían iniquidad, Sólo fue para ser destruidos para siempre. (Salmos 92:7)
y el rico en su humillación, pues él pasará como la flor de la hierba. (Santiago 1:10)
Cántico de ascenso gradual; de Salomón. Si el SEÑOR no edifica la casa, En vano trabajan los que la edifican; Si el SEÑOR no guarda la ciudad, En vano vela la guardia. (Salmos 127:1)
Tú los has barrido como un torrente, son como un sueño; Son como la hierba que por la mañana reverdece; (Salmos 90:5)
Porque: "TODA CARNE ES COMO LA HIERBA, Y TODA SU GLORIA COMO LA FLOR DE LA HIERBA. SECASE LA HIERBA, CAESE LA FLOR, (1 Pedro 1:24)
Que sean como la hierba en los techos, Que se seca antes de crecer; (Salmos 129:6)
Sólo que ustedes no se rebelen contra el SEÑOR, ni tengan miedo de la gente de la tierra, pues serán presa nuestra. Su protección les ha sido quitada, y el SEÑOR está con nosotros; no les tengan miedo." (Números 14:9)