Nueva Biblia Latinoamericana
También esto procede del SEÑOR de los ejércitos, Que ha hecho maravilloso Su consejo y grande Su sabiduría. (Isaías 28:29)
¡Ay, Ariel (León de Dios), Ariel la ciudad donde acampó David! Añadan año sobre año, celebren las fiestas a su tiempo. (Isaías 29:1)
Traeré angustias a Ariel, Y será una ciudad de lamento y de duelo; Será para Mí como un Ariel (un brasero del altar). (Isaías 29:2)
Acamparé contra ti rodeándote, Pondré contra ti vallas de asedio, Y levantaré contra ti baluartes.
Entonces serás humillada, Desde el suelo hablarás, Y desde el polvo donde estás postrada Saldrá tu habla. Tu voz será también como la de un espíritu de la tierra, Y desde el polvo susurrará tu habla. (Isaías 29:4)
Pero la multitud de tus enemigos será como polvo fino, Y la multitud de los crueles como paja que se va volando; Sucederá en un instante, de repente. (Isaías 29:5)
Serás castigada por el SEÑOR de los ejércitos con truenos y terremotos y gran ruido, Con torbellino y tempestad y con llama de fuego consumidor. (Isaías 29:6)

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Isaías 29:3 - Referencia Cruzada

Por tanto, así dice el SEÑOR acerca del rey de Asiria: "El no entrará en esta ciudad, ni lanzará allí flecha alguna; tampoco vendrá delante de ella con escudo, ni levantará terraplén contra ella. (2 Reyes 19:32)
Nabucodonosor, rey de Babilonia, llegó a la ciudad mientras sus siervos la tenían sitiada. (2 Reyes 24:11)
Y en el noveno año de su reinado, en el décimo mes, el día diez del mes, vino Nabucodonosor, rey de Babilonia, él y todo su ejército contra Jerusalén, acampó contra ella y construyó un muro de asedio alrededor de ella. (2 Reyes 25:1)
Entonces el rey se enfureció, y enviando sus ejércitos, destruyó a aquellos asesinos e incendió su ciudad. (Mateo 22:7)
Desde Laquis el rey de Asiria envió a Jerusalén, al Tartán, al Rabsaris y al Rabsaces (oficiales de alto rango) con un gran ejército contra el rey Ezequías. Y subieron y llegaron a Jerusalén. Y cuando subieron, llegaron y se colocaron junto al acueducto del estanque superior que está en la calzada del campo del Batanero. (2 Reyes 18:17)
Porque sobre ti vendrán días, cuando tus enemigos echarán terraplén delante de ti, te sitiarán y te acosarán por todas partes. (Lucas 19:43)
En su mano derecha estaba la adivinación: Jerusalén. ¡A colocar arietes, a llamar a la matanza, a alzar la voz en grito de guerra, a poner arietes contra las puertas, a levantar terraplenes, a edificar muro de asedio! (Ezequiel 21:22)