Nueva Biblia Latinoamericana
Como el gorrión en su vagar y la golondrina en su vuelo Así la maldición no viene sin causa. (Proverbios 26:2)
El látigo es para el caballo, la brida para el asno, Y la vara para la espalda de los necios. (Proverbios 26:3)
No respondas al necio de acuerdo con su necedad, Para que no seas tú también como él. (Proverbios 26:4)
Responde al necio según su necedad se merece, Para que no sea sabio ante sus propios ojos.
Se corta los pies y bebe violencia El que envía recado por mano de un necio. (Proverbios 26:6)
Como las piernas que penden del lisiado, Así es el proverbio en boca de los necios. (Proverbios 26:7)
Como el que ata la piedra a la honda, Así es el que da honor al necio. (Proverbios 26:8)

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Proverbios 26:5 - Referencia Cruzada

Pero como insistían en preguntar, Jesús se enderezó y les dijo: "El que de ustedes esté sin pecado, sea el primero en tirarle una piedra." (Juan 8:7)
¿Has visto a un hombre que se tiene por sabio? Más esperanza hay para el necio que para él. (Proverbios 26:12)
Ellos volvieron a preguntarle: "¿Qué te hizo? ¿Cómo te abrió los ojos?" (Juan 9:26)
Este testimonio es verdadero. Por eso, repréndelos severamente para que sean sanos en la fe, (Tito 1:13)
Cuando Jesús llegó al templo, los principales sacerdotes y los ancianos del pueblo se acercaron a El mientras enseñaba, diciendo: "¿Con qué autoridad haces estas cosas, y quién Te dio esta autoridad?" (Mateo 21:23)
¡Ay de los sabios a sus propios ojos E inteligentes ante sí mismos! (Isaías 5:21)
Y le preguntaron a Baruc: "Cuéntanos ahora cómo escribiste todas estas palabras. ¿Fue al dictado suyo?" (Jeremías 36:17)
El rico es sabio ante sus propios ojos, Pero el pobre que es entendido, lo sondea. (Proverbios 28:11)
No respondas al necio de acuerdo con su necedad, Para que no seas tú también como él. (Proverbios 26:4)
Entonces los Fariseos y los Saduceos se acercaron, y poniendo a prueba a Jesús, Le pidieron que les mostrara una señal (un milagro) del cielo. (Mateo 16:1)
Entonces se acercó Sedequías, hijo de Quenaana, y golpeó a Micaías en la mejilla y dijo: "¿Cómo es que el Espíritu del SEÑOR pasó de mí para hablarte a ti?" (1 Reyes 22:24)
Uno de la multitud Le dijo: "Maestro, dile a mi hermano que divida la herencia conmigo." (Lucas 12:13)
No seas sabio a tus propios ojos; Teme (Reverencia) al SEÑOR y apártate del mal. (Proverbios 3:7)
Entonces se acercaron a Jesús algunos escribas y Fariseos de Jerusalén, diciendo: (Mateo 15:1)
Porque no quiero, hermanos, que ignoren este misterio, para que no sean sabios en su propia opinión: que a Israel le ha acontecido un endurecimiento parcial hasta que haya entrado la plenitud de los Gentiles. (Romanos 11:25)
Entonces los Fariseos se fueron y deliberaron entre sí cómo atrapar a Jesús en alguna palabra que El dijera. (Mateo 22:15)
Tengan el mismo sentir (pensar) unos con otros. No sean altivos en su pensar, sino condescendiendo con los humildes. No sean sabios en su propia opinión. (Romanos 12:16)
Alguien Le preguntó: "Señor, ¿son pocos los que se salvan?" Y El les dijo: (Lucas 13:23)