El deseo del perezoso lo mata, Porque sus manos rehúsan trabajar;
(Proverbios 21:25)
Todo el día codicia, Mientras el justo da y nada retiene.
(Proverbios 21:26)
El sacrificio de los impíos es abominación, Cuánto más trayéndolo con mala intención.
(Proverbios 21:27)
El testigo falso perecerá, Pero el hombre que escucha la verdad, hablará siempre.
El hombre impío muestra audacia en su rostro, Pero el recto asegura su camino.
(Proverbios 21:29)
No vale sabiduría, ni entendimiento, Ni consejo, ante el SEÑOR.
(Proverbios 21:30)
Se prepara al caballo para el día de la batalla, Pero la victoria es del SEÑOR.
(Proverbios 21:31)
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Proverbios 21:28 - Referencia Cruzada
Si un testigo falso se levanta contra un hombre para acusarlo de transgresión,
(Deuteronomio 19:16)
El testigo falso no quedará sin castigo, Y el que cuenta mentiras no escapará.
(Proverbios 19:5)
Pero teniendo el mismo espíritu de fe, según lo que está escrito: "CREI, POR TANTO HABLE," nosotros también creemos, por lo cual también hablamos,
(2 Corintios 4:13)
Como mazo y espada y flecha aguda Es el hombre que levanta falso testimonio contra su prójimo.
(Proverbios 25:18)
No propagarás falso rumor. No te concertarás con el impío para ser testigo falso.
(Éxodo 23:1)
Los labios veraces permanecerán para siempre, Pero la lengua mentirosa, sólo por un momento.
(Proverbios 12:19)
El testigo falso no quedará sin castigo, Y el que cuenta mentiras perecerá.
(Proverbios 19:9)
Por tanto, cuando me propuse esto, ¿acaso obré precipitadamente? O lo que me propongo, ¿me lo propongo conforme a la carne, para que en mí haya al mismo tiempo el sí, sí, y el no, no?
(2 Corintios 1:17)
Un testigo falso que dice mentiras, Y el que siembra discordia entre hermanos.
(Proverbios 6:19)
¡Estás loca!" le dijeron ellos. Pero ella insistía en que así era. Y ellos decían: "Es su ángel."
(Hechos 12:15)
Palabra fiel es ésta ; y en cuanto a estas cosas quiero que hables con firmeza (confianza), para que los que han creído en Dios procuren ocuparse en buenas obras. Estas cosas son buenas y útiles para los hombres.
(Tito 3:8)