Nueva Biblia Latinoamericana
Ahora pues, vayan y trabajen. Pero no se les dará paja, sin embargo, deben entregar la misma cantidad de ladrillos." (Éxodo 5:18)
Los jefes de los Israelitas se dieron cuenta de que estaban en dificultades, cuando les dijeron: "No deben disminuir su cantidad diaria de ladrillos." (Éxodo 5:19)
Al salir de la presencia de Faraón, se encontraron con Moisés y Aarón, que los estaban esperando, (Éxodo 5:20)
y les dijeron: "Mire el SEÑOR sobre ustedes y los juzgue, pues nos han hecho odiosos ante los ojos de Faraón y ante los ojos de sus siervos, poniéndoles una espada en la mano para que nos maten."
Entonces Moisés se volvió al SEÑOR, y dijo: "Oh Señor, ¿por qué has hecho mal a este pueblo? ¿Por qué me enviaste? (Éxodo 5:22)
Pues desde que vine a Faraón a hablar en Tu nombre, él ha hecho mal a este pueblo, y Tú no has hecho nada por librar a Tu pueblo." (Éxodo 5:23)
El SEÑOR respondió a Moisés: "Ahora verás lo que haré a Faraón. Porque por la fuerza los dejará ir, y por la fuerza (por mano fuerte) los echará de su tierra." (Éxodo 6:1)

Otras publicaciones relacionadas con "Éxodo 5:21":

Claudio Yeme
Obediencia, intercesión y confianza en Dios
El autor habla sobre las armas espirituales que todo creyente tiene a su alcance para luchar en el espíritu y enfatiza la importancia de la obediencia a la palabra de Dios, el poder de la oración de intercesión y la confianza que el creyente puede tener en la palabra de Dios. Utiliza la historia de Moisés y la salida de Israel de Egipto como ejemplo para enseñar 3 verdades.


Dr. Roberto Miranda
Buena semilla, pero mala tierra
El Capítulo 13 de Números relata la historia de los hebreos que se preparan para entrar en la Tierra Prometida, pero la primera generación de hebreos no pudo entrar debido a su incredulidad y falta de fe. Solo Caleb y Josué, quienes le creyeron a Dios, alcanzaron la bendición. Este artículo nos exhorta a convertirnos en tierra fértil para recibir las semillas de bendición que Dios quiere plantar en nosotros.


Éxodo 5:21 - Referencia Cruzada

Aquis confiaba en David y se decía: "En verdad que se ha hecho odioso a su pueblo Israel y será mi servidor para siempre." (1 Samuel 27:12)
Al ver los Amonitas que se habían hecho odiosos a David, Hanún y los Amonitas enviaron 34 toneladas de plata para tomar a sueldo carros y hombres de a caballo de Mesopotamia, de Aram Maaca y de Soba. (1 Crónicas 19:6)
El pueblo creyó, y al oír que el SEÑOR había visitado a los Israelitas y había visto su aflicción, se postraron y adoraron. (Éxodo 4:31)
Al ejército del norte lo alejaré de ustedes Y lo echaré a una tierra árida y desolada, Su vanguardia hacia el mar oriental, Y su retaguardia hacia el mar occidental. Y ascenderá su hedor y subirá su fetidez, Porque ha hecho cosas terribles." (Joel 2:20)
Entonces Jacob dijo a Simeón y a Leví: "Ustedes me han traído dificultades, haciéndome odioso entre los habitantes del país, entre los Cananeos y los Ferezeos. Como mis hombres son pocos, ellos se juntarán contra mí y me atacarán, y seré destruido yo y mi casa." (Génesis 34:30)
Las moscas muertas hacen que el ungüento del perfumista dé mal olor; Un poco de insensatez pesa más que la sabiduría y el honor. (Eclesiastés 10:1)
Y todo Israel oyó decir que Saúl había herido la guarnición de los Filisteos, y también que Israel se había hecho odioso a los Filisteos. Entonces el pueblo se reunió con Saúl en Gilgal. (1 Samuel 13:4)
Porque fragante aroma de Cristo somos para Dios entre los que se salvan y entre los que se pierden. (2 Corintios 2:15)
Y dijeron a Moisés: "¿Acaso no había sepulcros en Egipto para que nos sacaras a morir en el desierto? ¿Por qué nos has tratado de esta manera, sacándonos de Egipto? (Éxodo 14:11)
Al ver los Amonitas que se habían hecho odiosos a David, los Amonitas mandaron a tomar a sueldo a los Arameos de Bet Rehob y a los Arameos de Soba, 20,000 soldados de a pie, y del rey de Maaca 1,000 hombres, y de Is Tob 12,000 hombres. (2 Samuel 10:6)
De esta manera Moisés habló a los Israelitas, pero ellos no escucharon a Moisés a causa del desaliento y de la dura servidumbre. (Éxodo 6:9)
Entonces Sarai dijo a Abram: "Recaiga sobre ti mi agravio. Yo entregué a mi sierva en tus brazos. Pero cuando ella vio que había concebido, me miró con desprecio. Juzgue el SEÑOR entre tú y yo." (Génesis 16:5)