Nueva Biblia Latinoamericana
Y azotaban a los jefes de los Israelitas que los capataces de Faraón habían puesto sobre ellos, diciéndoles: "¿Por qué no han terminado, ni ayer ni hoy, la cantidad de ladrillos requerida como antes?" (Éxodo 5:14)
Entonces los jefes de los Israelitas fueron y clamaron a Faraón y dijeron: "¿Por qué trata usted así a sus siervos? (Éxodo 5:15)
No se da paja a sus siervos, sin embargo, siguen diciéndonos: 'Hagan ladrillos.' Y además sus siervos son azotados. Pero la culpa es de su pueblo." (Éxodo 5:16)
Pero él contestó: "Son perezosos, muy perezosos. Por eso dicen: 'Déjanos ir a ofrecer sacrificios al SEÑOR.'
Ahora pues, vayan y trabajen. Pero no se les dará paja, sin embargo, deben entregar la misma cantidad de ladrillos." (Éxodo 5:18)
Los jefes de los Israelitas se dieron cuenta de que estaban en dificultades, cuando les dijeron: "No deben disminuir su cantidad diaria de ladrillos." (Éxodo 5:19)
Al salir de la presencia de Faraón, se encontraron con Moisés y Aarón, que los estaban esperando, (Éxodo 5:20)

Otras publicaciones relacionadas con "Éxodo 5:17":

Charles Spurgeon
En ninguna parte nuestra labor en el Señor será en vano
Consejos sobre cómo hacer el bien sin esperar recompensa inmediata y confiar en Dios para cosechar los frutos.


Dr. Roberto Miranda
Buena semilla, pero mala tierra
El Capítulo 13 de Números relata la historia de los hebreos que se preparan para entrar en la Tierra Prometida, pero la primera generación de hebreos no pudo entrar debido a su incredulidad y falta de fe. Solo Caleb y Josué, quienes le creyeron a Dios, alcanzaron la bendición. Este artículo nos exhorta a convertirnos en tierra fértil para recibir las semillas de bendición que Dios quiere plantar en nosotros.


Éxodo 5:17 - Referencia Cruzada

Porque aun cuando estábamos con ustedes les ordenábamos esto: Si alguien no quiere trabajar, que tampoco coma. (2 Tesalonicenses 3:10)
Pero exigirán de ellos la misma cantidad de ladrillos que hacían antes. No la disminuyan en lo más mínimo. Porque son perezosos, por eso claman y dicen: 'Déjanos ir a ofrecer sacrificios a nuestro Dios.' (Éxodo 5:8)
Trabajen, no por el alimento que perece, sino por el alimento que permanece para vida eterna, el cual el Hijo del Hombre les dará, porque a El es a quien el Padre, Dios, ha marcado con Su sello." (Juan 6:27)
Pero al ver esto, los discípulos se indignaron, y decían: "¿Para qué este desperdicio? (Mateo 26:8)