Nueva Biblia Latinoamericana
Pero Séfora tomó un pedernal, cortó el prepucio de su hijo y lo echó a los pies de Moisés, y le dijo: "Ciertamente tú eres para mí un esposo de sangre." (Éxodo 4:25)
Entonces Dios lo dejó. Pues ella había dicho: "Eres esposo de sangre," a causa de la circuncisión. (Éxodo 4:26)
Y el SEÑOR dijo a Aarón: "Ve al encuentro de Moisés en el desierto." El fue y le salió al encuentro en el monte de Dios, y lo besó. (Éxodo 4:27)
Moisés contó a Aarón todas las palabras del SEÑOR con las cuales le enviaba, y todas las señales que le había mandado hacer .
Entonces fueron Moisés y Aarón y reunieron a todos los ancianos de los Israelitas, (Éxodo 4:29)
Aarón les habló todas las palabras que Dios había hablado a Moisés. Este hizo entonces las señales en presencia del pueblo. (Éxodo 4:30)
El pueblo creyó, y al oír que el SEÑOR había visitado a los Israelitas y había visto su aflicción, se postraron y adoraron. (Éxodo 4:31)

Otras publicaciones relacionadas con "Éxodo 4:28":

Samuel Acevedo
Prepárate para ver maravillas
El autor habla sobre la necesidad de santificación y fe radical para que Dios haga maravillas entre su pueblo, y anima a la generación actual a vivir con la expectativa de ver grandes obras. También habla sobre la transformación necesaria para cruzar el Jordán y recibir la promesa de bendición y prosperidad de Dios.


Dr. Roberto Miranda
Sujeción a la autoridad
En este sermón, el Dr. Roberto Miranda enfatiza la importancia de vivir bajo autoridad y sujeción a las autoridades que Dios ha establecido. Se habla sobre cómo la rebeldía y la violación de la autoridad son las causas del mal en el mundo y se destaca la importancia del diálogo con los pastores y la necesidad de respetar la autoridad espiritual.


Éxodo 4:28 - Referencia Cruzada

Levántate, ve a Nínive, la gran ciudad, y proclama en ella el mensaje que Yo te diré." (Jonás 3:2)
Y él respondió: 'No quiero;' pero después, arrepentido, fue. (Mateo 21:29)
Y tú le hablarás, y pondrás las palabras en su boca. Yo estaré con tu boca y con su boca y les enseñaré lo que tienen que hacer. (Éxodo 4:15)
Y sucederá que si no te creen, ni obedecen el testimonio (ni escuchan la voz) de la primera señal, quizá crean el testimonio de la segunda señal. (Éxodo 4:8)