Cántico de ascenso gradual. Bienaventurado todo aquél que teme al SEÑOR, Que anda en Sus caminos.
(Salmos 128:1)Cuando comas del trabajo de tus manos, Dichoso serás y te irá bien.
(Salmos 128:2)Tu mujer será como fecunda vid En el interior de tu casa; Tus hijos como plantas de olivo Alrededor de tu mesa.
(Salmos 128:3)Así será bendecido el hombre Que teme al SEÑOR.
El SEÑOR te bendiga desde Sion, Veas la prosperidad de Jerusalén todos los días de tu vida,
(Salmos 128:5)Y veas a los hijos de tus hijos. ¡Paz sea sobre Israel!
(Salmos 128:6)Cántico de ascenso gradual. "Muchas veces me han perseguido desde mi juventud," Que lo diga ahora Israel.
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