Nueva Biblia Latinoamericana
Ha dado alimento a los que Le temen (reverencian); Recordará Su pacto para siempre. (Salmos 111:5)
Ha hecho conocer a Su pueblo el poder de Sus obras, Al darle la heredad de las naciones. (Salmos 111:6)
Las obras de Sus manos son verdad y justicia, Fieles todos Sus preceptos. (Salmos 111:7)
Son afirmados para siempre, Ejecutados en verdad y rectitud.
El ha enviado redención a Su pueblo, Ha ordenado Su pacto para siempre; Santo y temible es Su nombre. (Salmos 111:9)
El principio de la sabiduría es el temor del SEÑOR; Buen entendimiento tienen todos los que practican Sus mandamientos; Su alabanza permanece para siempre. (Salmos 111:10)
¡Aleluya! Cuán bienaventurado es el hombre que teme al SEÑOR, Que mucho se deleita en Sus mandamientos. (Salmos 112:1)

Otras publicaciones relacionadas con "Salmos 111:8":

Dr. Roberto Miranda
Espera al Señor pacientemente
Aprende a esperar pacientemente en Dios y mantener tu fe y confianza en Él, a pesar de las pruebas y dificultades que enfrentes. Sé fiel a Él y otros verán tu testimonio y confiarán en Dios.


Charles Spurgeon
El temor del Señor conduce a hábitos virtuosos
El temor del Señor conduce a hábitos virtuosos y previene el desperdicio de la vida por el pecado y el vicio. La confianza en Dios es como una medicina que sana, y un paciente con una mente tranquila es beneficioso para los médicos. Debemos esperar una larga vida, pero si somos llamados pronto a la esfera superior, no hay nada que deplorar, sino más bien un goce.


Salmos 111:8 - Referencia Cruzada

Así que la Ley es santa, y el mandamiento es santo, justo y bueno. (Romanos 7:12)
Por tanto, amo Tus mandamientos Más que el oro, sí, más que el oro fino. (Salmos 119:127)
Porque en verdad les digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, no se perderá ni la letra más pequeña ni una tilde de la Ley hasta que toda se cumpla. (Mateo 5:18)
El temor del SEÑOR es limpio, que permanece para siempre; Los juicios del SEÑOR son verdaderos, todos ellos justos; (Salmos 19:9)
Y cantaban el cántico de Moisés, siervo de Dios, y el cántico del Cordero, diciendo: "¡Grandes y maravillosas son Tus obras, oh Señor Dios, Todopoderoso! ¡Justos y verdaderos son Tus caminos, oh Rey de las naciones! (Apocalipsis 15:3)
¿Anulamos entonces la Ley por medio de la fe? ¡De ningún modo! Al contrario, confirmamos la Ley. (Romanos 3:31)
Se seca la hierba, se marchita la flor, Pero la palabra de nuestro Dios permanece para siempre. (Isaías 40:8)