Nueva Biblia Latinoamericana
Vagaron por el desierto, por lugar desolado, No hallaron camino a ciudad habitada; (Salmos 107:4)
Hambrientos y sedientos, Su alma desfallecía en ellos. (Salmos 107:5)
Entonces en su angustia clamaron al SEÑOR, Y El los libró de sus aflicciones; (Salmos 107:6)
Y los guió por camino recto, Para que fueran a una ciudad habitada.
Den gracias al SEÑOR por Su misericordia Y por Sus maravillas para con los hijos de los hombres. (Salmos 107:8)
Porque El ha saciado al alma sedienta, Y ha llenado de bienes al alma hambrienta. (Salmos 107:9)
Moradores de tinieblas y de sombra de muerte, Prisioneros en miseria y en cadenas, (Salmos 107:10)

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Salmos 107:7 - Referencia Cruzada

Vagaron por el desierto, por lugar desolado, No hallaron camino a ciudad habitada; (Salmos 107:4)
El que los condujo por los abismos? Como un caballo en el desierto, no tropezaron; (Isaías 63:13)
Pero a Su pueblo lo sacó como a ovejas, Como a rebaño los condujo en el desierto; (Salmos 78:52)
Al que condujo a Su pueblo por el desierto, Porque para siempre es Su misericordia; (Salmos 136:16)
Allí habrá una calzada, un camino, Y será llamado Camino de Santidad. El inmundo no viajará por él, Sino que será para el que ande en ese camino. Los necios no vagarán por él . (Isaías 35:8)
Con llanto vendrán, Y entre súplicas los guiaré. Los haré andar junto a arroyos de aguas, Por camino derecho en el cual no tropezarán; Porque soy un padre para Israel, Y Efraín es Mi primogénito." (Jeremías 31:9)
Como rebaño guiaste a Tu pueblo Por mano de Moisés y de Aarón. (Salmos 77:20)
Estos son los jefes de la provincia que habitaron en Jerusalén (en las ciudades de Judá cada cual habitó en su propiedad, en sus ciudades; los Israelitas, los sacerdotes, los Levitas, los sirvientes del templo, los descendientes de los siervos de Salomón. (Nehemías 11:3)
Así dice el SEÑOR, tu Redentor, el Santo de Israel: "Yo soy el SEÑOR tu Dios, que te enseña para tu beneficio, Que te conduce por el camino en que debes andar. (Isaías 48:17)
Y morarán juntos en ella Judá y todas sus ciudades, los labradores y los que van con los rebaños. (Jeremías 31:24)
Así dice el SEÑOR: "En tiempo propicio Te he respondido, En día de salvación Te he ayudado. Te guardaré y Te daré por pacto del pueblo, Para restaurar la tierra, para repartir las heredades asoladas, (Isaías 49:8)
Entonces me llevó en el Espíritu a un monte grande y alto, y me mostró la ciudad santa, Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios, (Apocalipsis 21:10)
Vienen días," declara el SEÑOR, "en que la ciudad será reedificada para el SEÑOR, desde la Torre de Hananel hasta la Puerta del Angulo. (Jeremías 31:38)
Y vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios, preparada como una novia ataviada para su esposo. (Apocalipsis 21:2)
Así dice el SEÑOR: "Párense en los caminos y miren, Y pregunten por los senderos antiguos, Cuál es el buen camino, y anden por él; Y hallarán descanso para sus almas. Pero dijeron: 'No andaremos en él.' (Jeremías 6:16)
En ella hace morar a los hambrientos, Para que establezcan una ciudad donde vivir, (Salmos 107:36)
Tus oídos oirán detrás de ti estas palabras: "Este es el camino, anden en él," ya sea que vayan a la derecha o a la izquierda. (Isaías 30:21)
Por la fe habitó como extranjero en la tierra de la promesa como en tierra extraña, viviendo en tiendas como Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa, (Hebreos 11:9)
Así dice el SEÑOR: 'En este lugar, del cual ustedes dicen: "Es una desolación, sin hombres y sin animales," en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén que están desoladas, sin hombres, sin habitantes y sin animales, se oirá de nuevo (Jeremías 33:10)
Pero en realidad, anhelan una patria mejor, es decir, la celestial. Por lo cual, Dios no se avergüenza de ser llamado Dios de ellos, pues les ha preparado una ciudad. (Hebreos 11:16)
Pues hubiera sido mejor para ellos no haber conocido el camino de la justicia, que habiéndolo conocido, apartarse del santo mandamiento que les fue dado. (2 Pedro 2:21)
Entonces proclamé allí, junto al río Ahava, un ayuno para que nos humilláramos delante de nuestro Dios a fin de implorar de El un viaje feliz para nosotros, para nuestros pequeños y para todas nuestras posesiones. (Esdras 8:21)
Ustedes, en cambio, se han acercado al Monte Sion y a la ciudad del Dios vivo, la Jerusalén celestial, y a miríadas de ángeles, (Hebreos 12:22)
Abandonando el camino recto, se han extraviado, siguiendo el camino de Balaam, el hijo de Beor, quien amó el pago de la iniquidad, (2 Pedro 2:15)