Nueva Biblia Latinoamericana
Exalten al SEÑOR nuestro Dios, Y póstrense ante el estrado de Sus pies; El es santo. (Salmos 99:5)
Moisés y Aarón estaban entre Sus sacerdotes, Y Samuel entre los que invocaron Su nombre; Ellos clamaron al SEÑOR, y El les respondió. (Salmos 99:6)
Les habló en la columna de nube; Guardaron Sus testimonios, Y el estatuto que El les dio. (Salmos 99:7)
Oh SEÑOR, Dios nuestro, Tú les respondiste; Fuiste para ellos un Dios perdonador, Pero también vengador de sus malas obras.
Exalten al SEÑOR nuestro Dios, Y póstrense ante Su santo monte, Porque santo es el SEÑOR nuestro Dios. (Salmos 99:9)
Salmo de acción de gracias. Aclamen con júbilo al SEÑOR, toda la tierra. (Salmos 100:1)
Sirvan al SEÑOR con alegría; Vengan ante El con cánticos de júbilo. (Salmos 100:2)

Otras publicaciones relacionadas con "Salmos 99:8":

Charles Spurgeon
Los consuelos del Señor
Artículo sobre la promesa de Dios de tener misericordia para con los afligidos y la importancia de adorarle con corazones creyentes.


Juan Carlos Alzamora
Dios les dió un espacio, ahora dénle espacio a Dios
En este artículo, Juan Carlos Alzamora habla sobre la importancia de buscar la presencia y gloria de Dios en nuestras vidas y en las iglesias para experimentar un avivamiento y transformación. Se destaca la historia de avivamiento en Nueva Inglaterra y la importancia de comprometerse a la santidad y buscar a Dios por encima de todo.


Dr. Roberto Miranda
Santificado sea Tu nombre
Artículo sobre la importancia de la adoración a Dios y cómo esta nos permite acercarnos a Él en oración.


Faustino de Jesús Zamora Vargas
Mi Dios es Rey (¡Que viva nuestro Rey!)
En este artículo, el autor habla sobre nuestro Rey divino y cómo debemos adorarlo y obedecerlo en lugar de a líderes humanos. También alienta a los creyentes a vivir en la gracia y la verdad de Cristo y a derribar cualquier rey desatinado en sus vidas. Se sugiere el Salmo 72 como lectura complementaria.


Salmos 99:8 - Referencia Cruzada

Y el SEÑOR dijo a Moisés y a Aarón: "Porque ustedes no Me creyeron a fin de tratarme como santo ante los ojos de los Israelitas, por tanto no conducirán a este pueblo a la tierra que les he dado." (Números 20:12)
Aarón será reunido a su pueblo, pues no entrará a la tierra que Yo he dado a los Israelitas, porque ustedes se rebelaron contra Mi orden en las aguas de Meriba. (Números 20:24)
Entonces el SEÑOR dijo: "Los he perdonado según tu palabra; (Números 14:20)
Pero el SEÑOR se enojó conmigo por causa de ustedes, y no me escuchó; y el SEÑOR me dijo: '¡Basta! No Me hables más de esto. (Deuteronomio 3:26)
Pues aunque conocían a Dios, no Lo honraron (no Lo glorificaron) como a Dios ni Le dieron gracias, sino que se hicieron vanos en sus razonamientos y su necio corazón fue entenebrecido. (Romanos 1:21)
Pero no quitaré de él Mi misericordia, Ni obraré falsamente en Mi fidelidad. (Salmos 89:33)
Pero ahora ve, conduce al pueblo adonde te he dicho. Mi ángel irá delante de ti. Pero el día que Yo los visite, los castigaré por su pecado." (Éxodo 32:34)
Mira, sólo esto he hallado: Que Dios hizo rectos a los hombres, Pero ellos se buscaron muchas artimañas." (Eclesiastés 7:29)
Tú no temas, siervo Mío Jacob," declara el SEÑOR, "porque Yo estoy contigo; Pues acabaré con todas las naciones Adonde te he expulsado, Pero no acabaré contigo, Sino que te castigaré con justicia, Pero de ninguna manera te dejaré sin castigo." (Jeremías 46:28)
Pero mientras la carne estaba aún entre sus dientes, antes que la masticaran, la ira del SEÑOR se encendió contra el pueblo, y el SEÑOR hirió al pueblo con una plaga muy mala. (Números 11:33)
Dije: 'Ciertamente Me temerás (reverenciarás), Aceptarás corrección.' Entonces no será destruida su morada A pesar de todo lo que Yo había determinado sobre ella; Pero ellos se apresuraron a corromper todas sus acciones. (Sofonías 3:7)
Porque temí la ira y el furor con que el SEÑOR estaba enojado contra ustedes para destruirlos, pero el SEÑOR me escuchó también esta vez. (Deuteronomio 9:19)
Y Aarón les respondió: "Quiten los pendientes de oro de las orejas de sus mujeres, de sus hijos y de sus hijas, y tráiganmelos." (Éxodo 32:2)