Nueva Biblia Latinoamericana
Oyó Sion esto y se alegró, Y las hijas de Judá se han regocijado A causa de Tus juicios, oh SEÑOR. (Salmos 97:8)
Porque Tú eres el SEÑOR, el Altísimo sobre toda la tierra, Muy excelso sobre todos los dioses. (Salmos 97:9)
Los que aman al SEÑOR, aborrezcan el mal; El guarda las almas de Sus santos; Los libra de la mano de los impíos. (Salmos 97:10)
Luz se ha sembrado para el justo, Y alegría para los rectos de corazón.
Justos, alégrense en el SEÑOR, Y alaben Su santo nombre. (Salmos 97:12)
Salmo. Canten al SEÑOR un cántico nuevo, Porque ha hecho maravillas, Su diestra y Su santo brazo Le han dado la victoria (salvación). (Salmos 98:1)
El SEÑOR ha dado a conocer Su victoria (salvación); A la vista de las naciones ha revelado Su justicia. (Salmos 98:2)

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Salmos 97:11 - Referencia Cruzada

Para los Judíos fue día de luz y alegría, de gozo y gloria. (Ester 8:16)
Y ya no habrá más noche, y no tendrán necesidad de luz de lámpara ni de luz del sol, porque el Señor Dios los iluminará, y reinarán por los siglos de los siglos. (Apocalipsis 22:5)
Levántate, resplandece, porque ha llegado tu luz Y la gloria del SEÑOR ha amanecido sobre ti. (Isaías 60:1)
Los que siembran con lágrimas, segarán con gritos de júbilo. (Salmos 126:5)
Porque el que siembra para su propia carne, de la carne segará corrupción, pero el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna. (Gálatas 6:8)
Pero la senda de los justos es como la luz de la aurora, Que va aumentando en resplandor hasta que es pleno día. (Proverbios 4:18)
Por tanto, hermanos, sean pacientes hasta la venida del Señor. Miren cómo el labrador espera el fruto precioso de la tierra, siendo paciente en ello hasta que recibe la lluvia temprana y la tardía. (Santiago 5:7)
La indignación del SEÑOR soportaré, Porque he pecado contra El, Hasta que defienda mi causa y establezca mi derecho. El me sacará a la luz, Y yo veré Su justicia. (Miqueas 7:9)
Luz resplandece en las tinieblas para el que es recto; El es clemente, compasivo y justo. (Salmos 112:4)
Yo, la Luz, he venido al mundo, para que todo el que cree en Mí no permanezca en tinieblas. (Juan 12:46)
Tú enciendes mi lámpara, oh SEÑOR; Mi Dios que alumbra mis tinieblas. (Salmos 18:28)
Por amor de Sion no callaré, Y por amor de Jerusalén no me estaré quieto, Hasta que salga su justicia como resplandor, Y su salvación se encienda como antorcha. (Isaías 62:1)
Decidirás una cosa, y se te cumplirá, Y en tus caminos resplandecerá la luz. (Job 22:28)
La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que la iluminen, porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera. (Apocalipsis 21:23)