Nueva Biblia Latinoamericana
¡Qué grandes son Tus obras, oh SEÑOR, Cuán profundos Tus pensamientos! (Salmos 92:5)
El hombre torpe no tiene conocimiento, Y el necio no entiende esto: (Salmos 92:6)
Que cuando los impíos brotaron como la hierba, Y florecieron todos los que hacían iniquidad, Sólo fue para ser destruidos para siempre. (Salmos 92:7)
Pero Tú, oh SEÑOR, excelso eres eternamente.
Porque Tus enemigos, SEÑOR, Porque Tus enemigos perecerán; Serán esparcidos todos los que hacen iniquidad. (Salmos 92:9)
Pero Tú has exaltado mi poder como el del búfalo; He sido ungido con aceite fresco. (Salmos 92:10)
Mis ojos satisfechos han mirado a los que me acechaban, Y oyen mis oídos de los malhechores que se levantan contra mí. (Salmos 92:11)

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Salmos 92:8 - Referencia Cruzada

Mis enemigos me han pisoteado todo el día, Porque muchos son los que con soberbia pelean contra mí. (Salmos 56:2)
Más que el fragor de muchas aguas, Más que las poderosas olas del mar, Es poderoso el SEÑOR en las alturas. (Salmos 93:4)
Si ves la opresión del pobre y la negación del derecho y de la justicia en la provincia, no te sorprendas del hecho, porque un oficial vigila sobre otro oficial, y hay oficiales superiores sobre ellos. (Eclesiastés 5:8)
Por aquel tiempo el rey Herodes (Agripa I) echó mano a algunos que pertenecían a la iglesia para maltratarlos. (Hechos 12:1)
Para que sepan que sólo Tú, que Te llamas el SEÑOR, Eres el Altísimo sobre toda la tierra. (Salmos 83:18)
Ellos perecerán, pero Tú permaneces. Todos ellos como una vestidura se desgastarán, Como vestido los cambiarás, y serán cambiados. (Salmos 102:26)
Pero al fin de los días, yo, Nabucodonosor, alcé mis ojos al cielo, y recobré mi razón, y bendije al Altísimo y alabé y glorifiqué al que vive para siempre. Porque Su dominio es un dominio eterno, Y Su reino permanece de generación en generación. (Daniel 4:34)
Ahora sé que el SEÑOR es más grande que todos los dioses. Ciertamente, esto se probó cuando ellos trataron al pueblo con arrogancia." (Éxodo 18:11)
Y la gente gritaba: "¡Voz de un dios y no de un hombre es ésta!" (Hechos 12:22)